jueves, 12 de marzo de 2015

Carlos Varela, a 20 años de Guillermo Tell


“Cuba es una Isla de muchachos que murieron en el mar tratando de perseguir un sueño, de padres que le gritaron a su hijo traidor”

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Carlos Varela en un concierto en Chile
LA HABANA, Cuba:- El autor de Guillermo Tell, Carlos Varela, conversó con Amaury Pérez (autor de Acuérdate de Abril) en su programa de TV “Con 2 que se quieran”. Tuvieron un diálogo metafórico, sobre la desesperanza y la represión de su generación.
Varela, de la generación que siguió a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, a finales de los años 80, despertó seguidores entre los jóvenes con temas que, poéticamente, insinuaban críticas sobre la desesperanza de la juventud cubana. Su temas  Guillermo Tell y Como los peces, fueron símbolos de rebeldía de su generación, que leía entre líneas el supuesto mensaje crítico.
“La época de los finales de los ochenta –dice Varela– fue muy dura, gente que veía fantasmas, y eso afecta, no solo síquicamente sino hasta físicamente, yo opté por seguir componiendo y cantar más.
“Mi primer disco ´”Jalisco Park”, con canciones como MemoriaÁrboles Raros y Guillermo Tell, contaba una historia real, la historia de mi país, de mi generación. La gente se pasaba la cinta (sus grabaciones) de mano en mano, fue un fenómeno explosivo”.
El entonces crítico Varela, recordó que su padre Victoriano, era ingeniero eléctrico, siempre trabajando, “un gallego de ostias tío”, pero que nunca estuvo de acuerdo con las inclinaciones de él y su hermano Víctor, al que le llegó a romper algunas de sus pinturas, por lo que no deja de ver que los primeros actos de censura los vio con su padre en el seno familiar.
El conductor del televisivo Con 2 que se quieran, le preguntó al autor de Habáname, que significó para él la muerte de su inseparable Santiago Feliú (autor de Para Bárbara).  “Cuando me llamaron a las tres de la madrugada, lloré tanto, sentí una gran frustración. Se me perdió un punto capital, yo tenía que saber dónde estaba y como estaba Santi, lo amé todo lo que pude. Todos los conciertos que hice el año pasado se los dediqué  a él”.
Amaury, replicó: “La muerte solo habita en el olvido… Y hay que tener mucho cuidado porque este es un país, que para sobrevivir ha tenido que desarrollar una capacidad de olvido tremenda. Y nosotros tenemos ser responsables mientras estemos en este mundo al menos, que nadie se olvide de Santiago Feliú, de Juan Formell, de tantos muertos, de nuestros muertos queridos”.
Por supuesto, Amaury no dijo que debíamos recordar a Ernesto Lecuona, Frank Domínguez, Osvaldo Farrés y una lista interminable de compositores e intérpretes, como Celia Cruz y Olga Guillot, que tuvieron que abandonar Cuba con la Revolución.
Amaury preguntó a Varela: ¿Crees que hay una sola Cuba, o crees que hay una Cuba amada y una Cuba mal querida?
“En mis viajes, los cubanos que vienen a mis conciertos vienen a reencontrarse con su Cuba. Hay muchos cubanos que se han encontrado siendo más cubanos fuera de Cuba. Coincido con otros pensadores que hay patriotas fuera de Cuba, que darían la vida por este país”.
Y agregó Varela: “Cuba también es una isla de muchachos que murieron en el mar tratando de perseguir un sueño, de padres que le gritaron a su hijo traidor, de guerrilleros combatiendo el apartheid. He perdido un amigo en la guerra de África y otro que escapando se lo tragó el mar. Eso es Cuba… Yo puedo sentir que la gente que tuvo que tomar la triste decisión de abandonar su isla comience a regresar ─ya está pasando─, gracias a Dios, quiere decir, todos estos sueños y tantas canciones no fueron en vano”.
¿Sabe Carlos Varela que el que muchos consideran el más grande de los músicos cubanos, Ernesto Lecuona (enterrado en el cementerio de Gate of Heaven, Nueva York) dejó claro en su testamento que no llevaran su cadáver a Cuba, hasta que su patria fuera libre del comunismo?
En Con 2 que se quieran (dirección de Amaury Pérez  Vidal), Carlos Varela habló de la desesperanza de los jóvenes cubanos, pero sin nombrar a los culpables de esa desesperanza. No podía ser de otra manera. ¿No se graban y se censuran los programas de la televisión cubana antes de salir al aire? ¿No declaró Amury hace unos años que Fidel Castro era su padre?

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