sábado, 14 de marzo de 2015

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: LA ASAMBLEA DE REPRESENTANTES.

POR: GUIJE CUBA


El 14 de marzo en la Historia de Cuba

• 1899 -

Máximo Gómez y la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 153-154 nos describe los acontecimientos del 14 de marzo de 1899 en la Historia de Cuba:

   “La lucha sostenida entre el mayor general Máximo Gómez y la Asamblea de Representantes de la Revolución Cubana, reunida en una casa de la calzada del Cerro, en La Habana, acabó por revestir caracteres de extremada violencia. Las pasiones se enardecieron. Insostenible se hizo para la propia Asamblea toda situación de templanza que pudiese ser traducida en menoscabo del Ejército Libertador, de que aquel cuerpo era cifra y compendio. Desde los primeros días de marzo de 1899 la hostilidad al Generalísimo en el seno de la Asamblea tomo cariz alarmante. El partido contrario al caudillo estuvo pronto constituido por la mayoría de los Representantes.

   “Julian Betancourt planteó la disyuntiva de que se aceptase su renuncia de representante por el Segundo Cuerpo del Ejército o se acordara la deposición del Generalísimo. Manuel Sanguily, queriendo acabar de una vez para siempre con tan enconadas luchas, presentó una moción concebida en estos términos: "Desde esta fecha queda suprimido por innecesario y perjudicial el cargo de General en Jefe del Ejército Cubano, pasando, en consecuencia, el mayor general Máximo Gómez a la clase de reemplazos." El debate a que esa proposición dio lugar fue largo -del 11 al 12 de marzo-, sosteniéndolo con viveza, unos para acusar a Gómez y otros para defenderlo, el propio Sanguily, Fernando Freyre de Andrade, Juan Gualberto Gómez, Emilio Núñez, Carlos Manuel de Céspedes y de Quesada, Aurelio Hevia, Domingo Lecuona y José Lacret Morlot. Arístedes Agüero pidió la ampliación de lo propuesto y discutido, y, aprobado su criterio, la moción quedo redactada en el sentido de destituir de su empleo al General en Jefe y suprimir el cargo por las mismas razones apuntadas por Sanguily. La Asamblea, poco menos que por unanimidad, lo acordó así.

   “El acuerdo de exoneración del General en jefe exacerbó las pasiones. Los amigos de Gómez acusaron fuertemente a la Asamblea. Y la Asamblea, en sesión celebrada el 14 de marzo de 1899, decidió dirigir al pueblo y al Ejército Libertador un extenso manifiesto explicativo de su conducta.

   “"Por grande que sea la emoción que esta medida haya causado -declaró la Asamblea en aquel documento-, por injustificadas que resulten las demostraciones de tumultuosas censuras que formulan principalmente aquellos elementos que durante la larga y gloriosa lucha, en que tantas ocasiones se ofrecieron a los que desearan de veras probar su amor sincero a la independencia o siquiera su indignación ante las atrocidades de sus enemigos, supieron convivir con los opresores de su patria y permanecieron cuando menos impasibles en medio de tantas y tan espantosas calamidades, la Asamblea sabe que, pasado el primer momento de ofuscación y desvarío, o cuando, cansados los agitadores interesados y maliciosos, se serenen los ánimos, podrá contar con la aprobación de los hombres honrados y de cuantos se interesan noblemente por el triunfo del derecho y de la libertad."

   “La Asamblea estuvo inspirada en el anhelo de conservar su soberanía, proveniente del Ejército Libertador, como un valladar contra el cual se estrellase todo intento de imposición. No obstante el sólido prestigio revolucionario de sus componentes, careció del necesario para triunfar del inmenso que rodeaba a Máximo Gómez, ilustre conductor de las tropas emancipadoras e insigne agente de la reconstrucción moral del país. La opinión pública era favorable a Gómez.”

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