lunes, 4 de mayo de 2015

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: NOBLE Y PATRIOTA

POR: GUIJE CUBA


El 4 de mayo en la Historia de Cuba

• 1853 -

- José Sánchez Iznaga.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 255-256 nos describe los acontecimientos del 4 de mayo de 1853 en la Historia de Cuba:

   “El exterminio de Narciso López y sus compañeros, precedido del fracaso de la insurrección en Camagüey y Trinidad, pareció sumir a los patriotas en hondo letargo. Dentro del año siguiente el espíritu revolucionario, altivo por un momento, quiso erguirse alrededor de la llamada conspiración de Vuelta Abajo. Pero aquel intento, descubierto por el Gobierno, murió al nacer, y la Isla quedó a la merced de una tiranía frente a la cual era imposible para el criollo manifestar sus ansias de emancipación.

   “Había cubanos que jamás, por nada ni por nadie, cejaban en el afán alterador. Y José Sánchez Iznaga, avecindado en los Estados Unidos, fue uno de ellos. Era un servidor sincero de la causa libertadora. La tuvo en su mente a modo de norte y guía de sus constantes pensamientos políticos. Lejos estuvo de sentirse cansado y mucho menos rendido en la jornada, larga y dura, emprendida hacia la emancipación de la tierra patria. Así lo demostró cuando, el 4 de mayo de 1853, desde Nueva Orleáns, se dirigió, en extenso manifiesto, a sus amigos de Cuba, para señalarles las enseñanzas de lo pasado y excitarlos para el esfuerzo de lo venidero.

   “"Difícil cosa -arguyó Sánchez Iznaga- es efectuar en Cuba un levantamiento formal, que prometa buen resultado. Porque, para esto, se necesitan armas y municiones, confianza grande entre muchos individuos, facilidad para comunicarse y reunirse, mucho tiempo para preparar y combinar el movimiento y también que todos sean hombres robustos y valientes. Exceptuando robustez y valor, con lo demás apenas se puede contar en Cuba. De consiguiente, no hay acción más segura, pronta y enérgica que es hacer venir de fuera lo que falta allá. Esta es la manera más fácil, más efectiva y más libre de riesgo, porque los hombres robustos, los débiles, las mujeres, los ancianos, todos, pueden contribuir directamente a afianzar la Revolución acudiendo cada uno con religioso patriotismo a depositar su ofrenda en el altar de la patria. Así, cuando la Revolución estalle, será con todo el poder del pueblo unido. Ningún país del Mundo se ha visto nunca en más favorables circunstancias para romper un yugo odioso y pesado. Todos han tenido que comenzar derramando mucha sangre antes de tener una fuerza respetable bien organizada y provista en que apoyarse. Si Cuba quisiera, podría contar con un ejército antes que se hiciera necesario disparar un solo tiro."

   “José Sánchez Iznaga respiraba demasiado optimismo. Ni tan fácil ni tan eficaz como suponía era realizar entonces un esfuerzo decisivo en pro de la independencia de Cuba. Su manifiesto revolucionario, sin duda inspirado en nobles propósitos y ardiente patriotismo, no pudo tener el eco que él probablemente creyó alcanzar. Estaba el país condenado en aquellos días a soportar los desmanes del despotismo, y todo empeño al servicio de la emancipación de la Isla era ahogado en sangre por los usufructuarios de la Colonia.”

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