sábado, 23 de mayo de 2015

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA: TRANQUILINO SANDALIO DE NODA.

POR: GUIJE CUBA


El 23 de mayo en la Historia de Cuba

• 1866 -

- Tranquilino Sandalio de Noda.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 293-294 nos describe los acontecimientos del 23 de Mayo de 1866 en la Historia de Cuba:

   “Algunos años de vida oscura, pobre y olvidado de sus coetáneos, llevaba en la villa de San Antonio Abad o de los Baños el cubano Tranquilino Sandalio de Noda cuando, el 23 de mayo de 1866, agonizaba. Había nacido el 3 de septiembre de 1808 en el partido de Puerta de la Güira, en la región vueltabajera. El largo tiempo a través del cual pasó por el Mundo fue testigo de la fina perspicacia, de la maravillosa inteligencia y del profundo saber que realzaban su personalidad. ¿Cómo no iban a admirarlo cuantos lo conocieron? Se trataba de un hijo del campo, de un titulado de la Naturaleza, como Martí lo llamó, de un varón sin duda raro por los merecimientos y las condiciones excepcionales que en sí logró juntar.

   “Escasos eran los medios intelectuales a su alcance. Pocos eran los que podían aquilatar su singular valía. Pero resultaron tan elocuentes las manifestaciones de su personalidad, tan luminosos los destellos de su ingenio y tan sorprendente la variedad de su cultura que pudo sentirse acariciado por la humana gloria. Sin maestros ni recursos instructivos suficientes, solo, con la Naturaleza por teatro de sus actividades mentales, fue cuanto quiso ser. Desde las lucubraciones metafísicas hasta las sutilezas de la vida ordinaria, todo lo estudió, y comprendió, y abarcó. La filosofía, las matemáticas, la crítica, la poesía, la historiografía, la filología y las ciencias naturales propiamente dichas lo subyugaron y tuvieron en él un servidor esclarecido. Enciclopedia andante se le llamó, y en realidad de verdad, la expresión fue exacta y justísima.

   “En diversos aspectos la vida de Noda fue sorprendente. El sabio dominó muchas materias. Conocía el inglés, el francés, el portugués y el italiano. Traducía perfectamente del latín. Progresó en el estudio del hebreo. Tales y tan rápidos fueron sus adelantos en el griego que pudo sorprender agradablemente a Anselmo Suárez y Romero enviándole, semanas después de haberlo invitado éste a estudiar aquella lengua, un ejemplar de la gramática que, extractada de las que tenía para su uso, acababa de idear. Hasta en las lenguas africanas -mandinga, carabalí y congo- demostró su facilidad para triunfar en toda clase de empresas intelectuales.

   “Tranquilino Sandalio de Noda suscito el interés y la devoción de los hombres. Sus cartas al ilustre Felipe Poey acerca de los peces ciegos habrían bastado para acreditarlo de naturalista si en abono de este título no hubiese tenido, como tuvo, otros antecedentes de parecida importancia. En el oficio de agrimensor público realizó trabajos excepcionales. La historia de los aborígenes atrajo su atención con provecho para las letras patrias. Su triunfo inicial, consistente en los honores que la Sociedad Económica de Amigos del País le otorgó para premiar su memoria sobre el cultivo del café, cuando sólo contaba veinte años de edad y no había aun salido del fundo rústico que lo vio nacer, resulto, al cabo, el primero de una serie de lauros que, siquiera idealmente, coronaron su frente hasta los días en que, abatido por la mala salud, se retiró a San Antonio Abad o de los Baños, donde su cadáver fue sepultado el 27 de mayo de 1866. Su ciencia y su virtud lo hicieron digna de la gratitud de la posteridad.”

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