martes, 30 de junio de 2015

¿La jugada está cantada?


En las últimas semanas extendidos rumores e inequívocas señales parecen indicar que de un momento a otro puede abrirse el camino a las Ligas Mayores del béisbol norteamericano (MLB) para los jugadores que residen en Cuba

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Alfonso Urquiola, ex mánager de equipo Cuba (foto de Internet)
MIAMI – En las últimas semanas extendidos rumores e inequívocas señales parecen indicar que de un momento a otro puede abrirse el camino a las Ligas Mayores del béisbol norteamericano (MLB) para los jugadores que residen en Cuba.
La inesperada cancelación del contrato que vinculaba al destacado jugador Yuliesky Gourriel al béisbol élite de Japón, seguido por su exclusión de la preselección nacional alimentan los comentarios sobre que el renombrado integrante de la dinastía beisbolera Gourriel (Lourdes Senior, Yunieskly, Yuliesky y Lourdes Junior) sería el primer contratado de la Isla en la gran carpa.
Al propio tiempo, sin el menor comentario, se levantó la veda que omitía totalmente la actuación de los cubanos en la MLB en el programa televisivo dominical “Béisbol internacional”. En las últimas emisiones ya pueden disfrutarse las excelentes jugadas de Alexei Ramírez, Yunel Escobar y compañía, así como de los juegos de equipos que incluyen en su nomina peloteros cubanos.
Por último, recientes declaraciones de Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol, a corresponsales extranjeros confirman que las autoridades cubanas confían que el proceso de mejoramiento de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos viabilice la entrada de los peloteros de la isla a la MLB, hasta ahora impedida por el embargo económico y comercial que mantiene Washington.
Según reporta la información fechada en La Habana el directivo advirtió que hasta que las condiciones para un jugador cubano “no sean las mismas que existen para cualquier jugador del planeta, nosotros no lo vamos a aceptar”. “Que quede claro que estamos dispuestos a una apertura con Europa, Asia, Estados Unidos y con todos los países, pero tenemos esa limitante (las leyes de Washington)”.
Después de más de medio siglo de haber abolido el profesionalismo, todavía los peloteros cubanos son los únicos que tienen que abandonar su país para poder jugar en el big show, siendo además considerados desertores o traidores por los gobernantes cubanos. Cuba es el único país del planeta que no puede ser representada en grandes eventos internacionales por sus grandes estrellas profesionales.
Durante décadas el béisbol cubano ha sido víctima del control totalitario y la manipulación politizada que impuso el régimen a toda la sociedad cubana. Los gobernantes cubanos se arrogan el mérito de las victorias y éxitos y satanizan y silencian a los que han competido y triunfado en otras latitudes. Del recién instaurado Salón de la fama del béisbol cubano también han sido excluidas las luminarias que han brillado en la MLB por más de medio siglo.
Ahora parece que la jugada esta cantada, de un momento a otro, cuando menos lo esperemos, tal vez como resultado de otra negociación oculta de esas que se estilan por estos días, se levantará la restricción que impide a los cubanos residentes en la Isla jugar en el béisbol profesional norteamericano.
Más allá de algo que parece ser cuestión de más o menos tiempo, lo que queda por ver es si cuando esto suceda se completará el proceso de normalización de la relación de las decenas de peloteros cubanos que viven y juegan en otros lares con su país de origen, lo cual pasa primero por desterrar la manipulación hegemonista y la ideologización del deporte, además por hacer justo desagravio a todos los atletas excluidos y negados durante décadas. Está por ver si los gobernantes cubanos son capaces de renunciar a tanto hegemonismo y tanta soberbia.
El Dr. Antonio Castro convertido, por obra y gracia de las dinámicas sultánicas de la familia hegemónica, en directivo de la pelota cubana e internacional, hace tiempo que pulsa por cargarse el negocio de la transferencia de peloteros cubanos al mejor béisbol del mundo. Esperemos que cuando esta posibilidad se concrete los contratos respeten las reglas y los derechos establecidos en el deporte organizado de Estados Unidos.
Después de tantos años de injusticias y desconocimientos, después de dañar la vida y la imagen de tantos cubanos por la sola intención de jugar al máximo nivel, después tanto retraso impuesto al béisbol cubano por el monopolio hegemónico y politizado, después de privar a los cubanos de disfrutar las glorias y hazañas de sus compatriotas en la pelota profesional, parece que Cuba puede volver a ocupar el lugar privilegiado que siempre le correspondió en el concierto beisbolero internacional.
Confiemos que este nuevo cambio convierta a los cubanos, atletas y aficionados, en personas más libres y sobre todo nos permita recuperar la historia y el orgullo del béisbol como patrimonio de nuestra nación, que debe proyectarse al futuro sin manipulación ni condicionamientos
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ACERCA DEL AUTOR

Leonardo Calvo Cardenas

Leonardo Calvo Cardenas

Leonardo Calvo Cárdenas. La Habana, 1963. Vicecoordinador Nacional del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR). Representante en Cuba de la revista Islas. Licenciado en Historia Contemporánea en la Universidad de La Habana. En 1987 comienza a trabajar como especialista principal en el Museo de Ciudad de La Habana, de donde fue expulsado en diciembre de 1991 Desde 1996 ha sido columnista y colaborador de varias publicaciones, entre las que destacan las revistas digitales Nueva Frontera, Consenso, Noticias Consenso, Encuentro en la Red, Primavera de Cuba.

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