domingo, 22 de noviembre de 2015

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA.

POR: GUIJE CUBA


El 23 de noviembre en la Historia de Cuba

• 1895 -



- La Invasión Libertadora en Camagüey: Avanza de Las Guásimas a Divorcio, en total 5 leguas recorridas.

• 1868 -




- Sitio de Holguín.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 661-662 nos describe los acontecimientos del 23 de noviembre de 1868 en la Historia de Cuba:

   “La chispa revolucionaria, prendida en Yara, se extendió por casi toda la región oriental de Cuba. Pueblos, villas y ciudades se vieron bajo las armas libertadoras en el transcurso de pocas semanas. La jurisdicción de Holguín se halló invadida por los patriotas. Las fuerzas cubanas mandadas por el general Amado Manuit fueron en Holguín rechazadas a fines de octubre de 1868. El 20 de noviembre de nuevo se presentaron a sus puertas el propio Manuit, los generales julio Grave de Peralta y Francisco Maceo y el coronel Luis Figueredo. Jefe de los españoles de Holguín era el comandante militar Francisco de Camps y Feliú, que, encerrado en La Periquera, tuvo que hacer esfuerzos extraordinarios para evitar la rendición.

   “Los cubanos iniciaron el ataque el 20 de noviembre de 1868. El 21 les pareció llegada la hora de intimar la rendición de la plaza. Manuit hizo la demanda a Camps y Feliú. Ambos jefes acordaron celebrar una conferencia en la Plaza de Armas. La efectuaron a presencia de una muchedumbre de curiosos de la población y de individuos del Ejército Libertador. El diálogo terminó con la exigencia reiterada de Manuit, en el sentido de que Camps y Feliú le entregase La Periquera con armas y municiones. Camps expresó su propósito de consultar con personas caracterizadas y oficiales a sus órdenes.

   “Los defensores de La Periquera no deseaban deliberar acerca de la exigida rendición: deseaban dar tiempo a que apareciesen refuerzos para sí. La carta conminatoria que el 22 de noviembre dirigió Julio Grave de Peralta a Camps y Feliú, las nuevas entrevistas de españoles e insurrectos en la Plaza de Armas y las amenazas de Manuit no valieron de nada. Cuando, el 23 de noviembre de 1868, los soldados de Cuba libre aguardaban con impaciencia la noticia de la rendición de la casafuerte que era La Periquera, el general Manuit recibió y leyó la comunicación de Camps significativa de que sus subalternos sabían vencer o morir, pero no rendirse.

   “La determinación del jefe español entrañaba la inmediata ruptura de las hostilidades, como al fin ocurrió, no obstante las nuevas diligencias pacificadoras de Manuit. Fue sin duda un acto decisivo, un golpe temerario, estudiado y preconcebido con la esperanza cierta de recibir refuerzos. Los servidores del régimen colonial no abandonaron La Periquera y hasta lograron, merced a la presencia de la columna esperada, adueñarse otra vez de toda la ciudad. En cambio, los bravos insurrectos lograron dejar bien sentada allí su reputación bélica.”

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