| Nueva York | 13 Abr 2016 - 11:55 am. | 4

El director Bob Yari (izq) junto a los actores Joely Richardson y Adrian Sparks durante el rodaje de 'Papa' en Cuba. (AP)
Si existiera algo así como una guía de supervivencia para rodar en Cuba, las reglas básicas pasarían por llevar mucho dinero efectivo (cash), prever que todo durará más de lo previsto y contar con parte del equipo cubano para usar sus contactos.
Son las conclusiones extraídas de la conferencia "Shooting in Cuba", celebrada durante el Festival de Cine de La Habana en Nueva York, en la que participó, entre otros, Bob Yari, el primer estadounidense en rodar una película de Hollywood en la Isla: Papa, sobre Ernest Hemingway, reporta EFE.
Yari incluyó un 90% de cubanos en su equipo y dijo sentirse "sorprendido" de unas "facilidades" que le permitieron incluso filmar en la casa del escritor en la Isla, guardada como oro en paño por el Gobierno.
"Hubo que esperar mucho tiempo para los permisos y tuvimos que conseguir el apoyo de algunos senadores para que nos dejaran rodar ahí, pero al final hemos podido hacer la película que queríamos y sobre un icono también para Cuba como es Hemingway", explicó.
Más crítico fue el director cubano residente en Nueva York Asori Soto, quien aseguró que "hay facilidades para rodar en la Isla siempre que sea para hablar bien del lugar".
Soto señaló que las autoridades condicionan todavía los permisos de rodaje al contenido de lo que quiere producirse.
Unos permisos que a día de hoy se demoran alrededor de un mes, según la veterana de los rodajes en la Isla Catherine Murphy, directora de la galardonada Maestra y que empezó a trabajar en Cuba hace ya diez años.
Murphy, que prepara con el actor Matt Dilon una película sobre el "feeling" cubano, señaló que más y más realizadores de Estados Unidos se están poniendo en contacto para rodar en la Isla. La directora asegura estar ahora involucrada en ocho proyectos audiovisuales distintos.
Soto señaló que, para rodar en Cuba, conviene "andar por ahí con 'cash'. Si hay 'cash' no hay problema", insistió.
"Y también prepárense a no tener internet", añadió el director y publicista, que está inmerso en el rodaje de una película dedicada a la cocina cubana.
Murphy explicó que siempre recomienda a los directores que se estrenan en los rodajes en Cuba que se tomen "tiempo suficiente" y que "elijan casas particulares y no hoteles para albergarse" y así introducirse en la comunidad y llenarse del espíritu de la Isla.
Preguntados sobre si tras el acercamiento entre Washington y La Habana se nota el "cambio" en el terreno cinematográfico en Cuba, el director de Papa opinó que "el arte tiene un importante papel que jugar en el derribo de muros y construcción de puentes".
"Fue increíble ver al equipo de la película, a estadounidenses y cubanos trabajar juntos para crear una expresión artística, embarcados en el mismo proyecto y con la misma pasión", explicó.
Pero no solo los estadounidenses que ruedan ahora en Cuba tienen peticiones de cambio, también directores de la Isla como Pavel Giroud, que estrenó El acompañante en el festival dedicado al cine cubano en la Gran Manzana, tiene sus propuestas ante el nuevo periodo que se abre.
"Cuba debe crear una ley de cine, un fondo de ayuda para el desarrollo y beneficios fiscales para la emergente industria audiovisual", apuntó Giroud, preocupado por que la Isla se convierta en "un Hollywood barato gracias a la mano de obra a poco precio".
La visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "nos da algunas esperanzas de que ese desarrollo se pueda producir", apuntó Giroud, que propuso que parte del dinero de los rodajes de equipos estadounidenses en la Isla se inviertan en el desarrollo de la cinematografía cubana.
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