sábado, 13 de agosto de 2016

Maduro, golpista a plazos



ENVIADO POR: ANTONIO ABRADELO



Una vez más Nicolás Maduro ha demostrado ser un legítimo heredero de Hugo Chávez, al igual que su mentor, considera que son los cuarteles los que deben tomar las decisiones más importantes de un país.

Chávez intentó  un golpe militar para llegar al poder, Maduro está implementando otro golpe a plazos para conservarlo, al disponer que su ministro de la Defensa, el general Vladimir Padrino López, se convierta en una especie de primer ministro con poderes casi absolutos  en un sistema en teoría presidencialista, en la práctica, una pandilla de facinerosos  que dispone de los bienes públicos como si fueran patrimonios familiares.

No es la primera vez que un presidente en funciones juega a la junta cívico militar con un entorchado de su confianza con el objetivo de conservar el mando,  recordemos al mandatario uruguayo Juan María Bordaberry,  1973, que buscó el apoyo de las fuerzas armadas -justo aclarar que por causas diferentes  a las del gobernante venezolano-  siendo posteriormente derrocado por sus antiguos aliados, lo que indica que no es una maniobra cien por ciento fiable. 
  
El gobernante venezolano enfrenta una seria crisis de gobernabilidad, la dictadura institucional que impuso su predecesor se quebrantó con la victoria de la oposición en el Legislativo,  se tambalea ante el reducido apoyo con que cuenta en la población y la eventual victoria de un referendo que revocaría su mandato y de todos los que le han acompañado en la destrucción del país. 
En realidad al régimen de Nicolás Maduro solo le resta agudizar la militarización de la nación, imponer el orden de los cuarteles en en el supuesto de que los oficiales de menor graduación y los soldados  respondan a las órdenes de sus superiores, una cadena de obediencia que puede ser interrumpida en cualquier momento, ya sea por ambiciones de poder o por buscar para Venezuela un futuro mejor.

Numerosos analistas consideran que las fuerzas armadas están fraccionadas, que hay diversas corrientes contrapuestas que pueden conducir a una confrontación armada, por lo que Maduro coloca sus esperanza de seguir gobernando y en no ir a la cárcel junto a sus aliados, situando a sus generales en posiciones cada vez más importantes hasta militarizar el gobierno para luego hacerlo con el país. 

El jefe de Miraflores afirma que "es la primera misión cívico militar que crea la revolución", lo que no es cierto, los militares identificados con el chavismo, en activo o en condición de retiro, han estado en el gobierno, lo que sucede que en esta ocasión la alianza  sitúa a Padrino en posición de árbitro e interventor con capacidad para tomar las decisiones más trascendentes.

El general Vladimir Padrino no es un peón de Maduro. Es su propio dueño con fuertes ambiciones. Es un militar que ha jugado siempre a la política, ambición que confirmó cuando dijo, “en unidad, lucha, batalla y victoria”, en la que rendía tributo a Chávez en el aniversario de su nacimiento.

Es de esperar que Padrino desarrolle su propio proyecto. Tal vez tome decisiones que defiendan algún que otro derecho de los venezolanos,  quizás no actué en contra de determinadas propuestas y proyectos de la oposición tal y como algunos afirman hizo cuando se negó a aceptar el fraude masivo contra los resultados de los comicios del 6 de diciembre, pero eso no debe conducir a confiar en su liderazgo.

No sería la primera vez que un militar latinoamericano evocando la constitución derroca un gobierno con el pretexto real o ficticio de que el país está ingobernable y la Venezuela de Maduro y Diosdado Cabello está inmersa en una profunda crisis.

En cierta medida la situación venezolana actual se asemeja a la de Chile y Argentina cuando uniformados en misión de salvar la Patria, asumieron el poder imponiendo regímenes militares de triste historia, Vladimir Padrino López puede considerarse otro salvador que en nombre la nación llegue a Miraflores, "para salvar la responsabilidad institucional de las FAN".


Pedro Corzo
Periodista
(305) 498-1714

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