martes, 2 de agosto de 2016

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA.

POR: GUIJE CUBA


El 2 de agosto en la Historia de Cuba

• 1911 -





Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 435-436 nos describe los acontecimientos del 2 de agosto de 1911 en la Historia de Cuba:

   “Bayamo vio nacer a José Joaquín Palma el 11 de septiembre de 1844. Pudo pronto observar la presencia de un talentoso, admiro en seguida las primicias de otro bardo suyo y se sintió al cabo lisonjeado ante 7a gloria legítima del hijo esclarecido. En Bayamo, en el Bayamo donde se deslizo el primer cuarto de siglo de su vida, Palma comenzó a poner de manifiesto la fluidez e inspiración de su estro y fue La Regeneración el periódico al que cupo la buena suerte de recoger los versos juveniles de aquel cuya musa siempre, aun en horas de fragor, exhibió dulces ternezas y melodías.

   “Ese espíritu, sensible, melancólico y candoroso, fue también capaz de contribuir a decisiones extremas, a empeños magníficos, a hechos gloriosos. La Revolución, en cuya preparación había tomado parte, lo tuvo en servicio activo desde octubre de 1868. Bajo el banderín de enganche abierto por él en El Dátil sentó Máximo Gómez plaza de recluta en las filas del Ejército Libertador. Cuando salió a la luz el primer número de El Cubano Libre apareció Palma de director del periódico insurrecto. Fue patriota apasionado, sincero y honrado, presto al sacrificio y a entonar melifluas endechas, raudales de memorias y realidades, ora tristes, ora impregnadas de amor, gozo y esperanzas.

   “José Joaquín Palma poseyó cabal concepto de la obra que tocaba realizar a la Revolución. Al cabo de un lustro de llevar existencia de guerrero en los campos de Cuba marcho sucesivamente a Jamaica, Nueva York y la América del Centro. Desde lejos observo -el pecho desgarrado por el dolor, pero la frente altiva- el derrumbe de la creación revolucionaria en cuyos cimientos tanto había trabajado. Luego, en la tregua, nadie llevo en el corazón más fidelidad ni más amor a la patria encadenada. Quiso a su país sin titubeos ni decaimientos, y lo sirvió con sus talentos y fervores.

   “El poeta bayamés alcanzó fuera de Cuba triunfos brillantes. De manos de Marco Aurelio Soto, presidente de Honduras, recibió, en solemne acto público, la medalla de oro con que fue premiada su oda A Honduras en su primera Exposición Nacional. Mereció la alta distinción y experimentó el justo orgullo de ser el autor de la letra del himno nacional de Guatemala. También en tierra extraña, en Tegucigalpa en 1882 y en Guatemala en 1900, pudo ver editadas sus Poesías. En Guatemala ostentó, con decoro para Cuba, la representación de la República desde su instauración hasta que, en 2 de agosto de 1911, expiró en la capital de la propia Guatemala.”

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