miércoles, 12 de octubre de 2016

La marca Donald Trump


Dr. Darsi Ferret
Miami, Florida. 12 de octubre de 2016.



Donald Trump, con una habilidad imbatible se ha fabricado un halo de ganador. Se le reconoce por sus extraordinarios éxitos en la esfera personal, social , económica y hasta política. Esto último se demuestra con su relevante rol, disputando en muy buena forma la presidencia de los EEUU contra Hillary Clinton. La contienda se encuentra técnicamente en empate dentro de las preferencias de los electores, según la evaluación de las diversas entidades encuestadoras.
Lo concreto es que en la campaña por la Casa Blanca el actual candidato republicano ya ganó. La marca “Trump” se ha consolidado como un icono de relevancia mundial. Y es una prestigiosa marca que se identifica con el éxito, la grandeza, la victoria.
Lo más jodido, curioso o interesante (según la demografía política) es que la arrolladora victoria de Trump garantiza sin lugar a dudas dos grandes acontecimientos:
1- Entrega en bandeja de plata el Despacho Oval a la denostada Hillary Clinton. De los 17 precandidatos de las filas republicanas, al unico que tenia posibilidades de derrotar la Clinton era precisamente a Donald Trump. Y lo hará sin lugar a dudas.
2- Le garantiza una derrota de consecuencias catastróficas al Partido Republicano. A esta institución política le enchapará por un buen tiempo una lastrante marca, que los dejará vinculado con el cliché de Partido anti-inmigrante, anti-musulmán, anti-negro, anti-joven, anti-intelectual, homofóbico y misógino.
No hay manera posible de que Trump gane el voto electoral (los 538 electores) ni de que se apropie de la mayoría del voto popular. El efecto de sus encendidos discursos y declaraciones radicales, intolerantes, discriminatorias y racistas le han servido para erigirse sobre una base de apoyo incondicional, cuyas cualidades se caracterizan por ser: hombres blancos caucásicos, anti establishment, de valores religiosos conservadores.
Al mismo tiempo, su característica y para nada tradicional proyección política le ha valido el contundente rechazo de sectores vitales a la hora de decidir la elección, como: los inmigrantes, mujeres, musulmanes, homosexuales, negros, jóvenes e intelectuales. Solo recordemos que en EEUU la suma de las distintas minorías ya no es tan minoritaria, y puede llegar a ser hasta determinante.
Así las cosas, un riquísimo empresario, showman y neófito político, ha llegado para convertirse en lo que pudiera calificarse de rafagazo a quemarropas para la formación política republicana. Y, por supuesto, él se limpiara las manos como Pilatos y a fin de cuentas saldrá con su marca consolidada como vencedora de todo este drama.
Es una pena que el Partido Republicano no viera venir los cambios de la nueva época globalizada del Internet y las nuevas tecnologías, con las fuerzas arrolladoras que imponen nuevas dinámicas, paradigmas y esquemas. Se resistieron a las transformaciones y se aferraron a los viejos valores hoy desajustados.
Este es un nuevo mundo donde el dilema del aborto y la mujer, los transexuales y los baños, el matrimonio gay y la adopción, los indocumentados y la reforma migratoria, la participación o no en guerras foráneas, los programas sociales de ayuda a grupos vulnerables, el multilateralismo o aislamiento, los acuerdos de diálogos o no con los enemigos… todos esos desafíos tienen que ser tratados con una óptica diferente a como antes era habitual.
Ya van 8 años y con los próximos 4 u 8 por venir serán 12 o 16 de pegueta, fuera de la presidencia para los republicanos. Y mientras siguen secuestrados por los dinosaurios, el cielo se les nubla cada vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario