miércoles, 5 de octubre de 2016

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA.

POR: GUIJE CUBA


Natalicios cubanos:



Covarrubias, Francisco: -Nació en La Habana el 5 de octubre de 1775 y falleció el 22 de junio de 1850. Autor y actor cómico. Comenzó estudiando filosofía en la Universidad de La Habana y luego medicina con notable aprovechamiento... pero llevaba consigo la vocación teatral. A los diez y siete años y con otros compañeros de aula organizó una compañía de aficionados, adjudicándose siempre el papel cómico... hasta que abandonando estudios se lanzó decididamente al teatro sin más profesores ni otra técnica que la que le dictaba su instinto vocacional. Se formó, reformó y afinó a sí mismo. Y triunfó, siendo por más de medio siglo el animador del teatro y el ídolo del público. Trabajó en casi todas las compañías que visitaron esta ciudad, sin que ninguno de los grandes actores de escuela con quienes salió a escena aminoraran su trabajo ni le arrebataran el favor del público. Su historia es la del teatro nacional y de los teatros que se edificaron: “Jesús María”, “Tacón”, “Diorama”, “Principal”, “Circo Habanero”. Recorrió las poblaciones de la isla accesibles por sus comunicaciones con una compañía de aficionados y en todas partes fue acogido con el mismo entusiasmo de la capital. Como poseía facilidad asombrosa en la versificación empezó a escribir obras de circunstancias, ligeras, pero chispeantes y plenas de gracejo e ingenio. Enumeremos algunas de las que hicieron las delicias de nuestros abuelos: “No hay amor si no hay dinero”, “El guajiro sofocado”, “Los dos graciosos”, “El forro de catre”, “La feria de Carraguao”, “El tío Bartolo”, “La valla de gallos”, “Los velorios de La Habana” y otras mil, sin incluir en ellos los centenares de “décimas” que constituyen, a su manera, un historial habanero de no escaso interés. Covarrubias ganó dinero que gastó pródigamente: no se hizo artista para conseguir fortuna, sino para satisfacer su anhelo y poner una nota de alegría en aquella vida colonial harto restringida. Cubano y cubanísimo. Nada ni nadie logró sacarle de su tierra ni aun con la esperanza de mejor y más amplia fama... sólo una pequeña escapada a México. Murió pobre, como casi todos los grandes y verdaderos artistas.

Guije.com - estudios en la cultura y la historia de Cuba El 5 de octubre en la Historia de Cuba

• 1874 -



- Cae prisionero el General Calixto García.

• 1858 -



- Real Orden aprobando la construcción del acueducto de Vento para La Habana.

• 1634 -



- Naufragio en la Costa de Mariel.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 563-564 nos describe los acontecimientos del 5 de octubre de 1634 en la Historia de Cuba:

   “Las noticias llegadas hasta el Consejo Real y Supremo de las Indias acerca de la situación fiscal de Cuba habían alarmado a los hombres de la Metrópoli. Contadores como Francisco Castañeda, Pedro de Armenteros y Lázaro Yáñez de Minaya sembraron el desorden más lamentable en las rentas y en los gastos públicos. El gobierno de España adoptó medidas enderezadas a reprimir tanto abuso y tanto descrédito.

   “El propio Consejo Real y Supremo de las Indias escogió al hombre que juzgó capaz de encauzar la hacienda de la Colonia. El mariscal de campo Francisco Riaño y Gamboa, caballero de Santiago, fue designado para arreglar la Administración y tomar cuentas a los dilapidadores. Cuando Riaño salió de España el tráfico mercantil en Cuba se hallaba en crisis. El intercambio había retrocedido al estado primitivo sobre la compraventa prevalecía el trueque de los frutos cosechados por las mercaderías necesarias para el consumo. Pero lo peor estaba en que el contrabando, esparcido por toda la Isla, tenía carta de naturaleza.

   “Riaño salió de España inquieto por lo que lo esperaba en Indias. Sin embargo, no pudo racionalmente presumir que su llegada al mundo de Colón sería como fue. Tras larga navegación, tan larga como las condiciones del momento histórico la imponían, a principios de octubre de 1634 se halló en las inmediaciones de Cuba. La época del año era de las peores para navegar por aguas antillanas. Además, a los peligros provenientes de la Naturaleza había que agregar los derivables de la clase de bajeles de aquellos tiempos. Nadie mejor que Riaño apreció lo aciago de tal realidad.

   “A la altura de Mariel se encontraba la nave en que viajaba hacia La Habana el Capitán General cuando, el 5 de octubre de 1634, una tempestad la estrelló sobre la costa. El naufragio estuvo a punto de ocasionar la muerte de Riaño y de cuantos más venían en el bajel. Pudieron ponerse a salvo, aunque a costa de sacrificios insólitos. Riaño logró salvar con su persona los papeles oficiales de que era portador. Por lo demás, su situación al aproximarse a La Habana era amarga en grado extremo. Hambriento y sin ropas lo vieron los capitulares el 23 de octubre, pero lo auxiliaron con largueza que mucho dijo de la generosidad de los componentes del ayuntamiento de la capital de la Isla.”

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