domingo, 9 de julio de 2017

Mosca con el Neo chavismo




El régimen autocrático de Nicolás Maduro ha sido tan desastroso,  que algunos nostálgicos de la jefatura de Hugo Chávez se esfuerzan por separar su conducción de lo que acontece en Venezuela, obviando que el desaparecido caudillo fue quien forjó e inspiró la formula populista del Socialismo del Siglo XXI en la que los derechos y la producción de bienes son sustituidos por la voluntad de un supuesto redentor.

La catástrofe del SSXXI puede favorecer el surgimiento de nuevos intérpretes del chavismo, o lo que es lo mismo, la aparición de neo chavistas que pretenderán reinventar el pensamiento y la ejecutoria del comandante golpista, corriente tras la que pueden marchar los melancólicos de la época dorada del populismo venezolano.

En las últimas semanas, ante la debacle que sufre Venezuela,  se aprecia que hay quienes hacen referencia al "chavismo critico", en el pasado los marxistas eran más directos y calificaban a sus pares con los que no estaban de acuerdo como "revisionistas", aunque siendo fiel a la realidad en la tierra de Bolívar lo que hay es mucha frustración entre quienes denostaron de la democracia y apoyaron a los golpistas del 92.

La incapacidad de generar riquezas, la inflación, el abuso de la autoridad, la corrupción, la delincuencia y otros muchos factores que caracterizan el desgobierno de Maduro, es la profundización de la crisis que Chávez generó. La socialización de la miseria aunque sea con la anuencia de un amplio sector de la población, solo es posible cuando hay bienes para repartir, en la actual pobreza, consecuencia de la ineptitud gubernamental y la caída de los precios del petróleo, no hay política clientelar, populista, que sobreviva porque no hay qué repartir.

Los pobres de Venezuela están hoy en la indigencia y muchos que no lo eran, están conociendo la miseria. Solo disfrutan de los bienes la bien llamada boli burguesía, funcionarios gubernamentales y empresarios privados,  que han arrasado con el beneplácito del régimen la hacienda pública.

Chávez y sus aliados llegaron al poder en base a promesas de redención que no fueron cumplidas. Los sectores sociales más desposeídos les creyeron el cuento, y otros estratos, como consecuencia de frustraciones personales y partidarias, se alistaron devotamente y sirvieron de peldaño para que el golpista escalara hasta Miraflores. Evidentemente la envidia, sin importar el motivo, es mala consejera, porque muchos de esos antiguos aliados fueron los primeros descalabrados por su gobierno, en fin, no hay quien aprenda por cabeza ajena. 

La popularidad de Nicolás Maduro esta en niveles desastrosos. El colosal naufragio de su gobierno ha curado en salud a los sectores más desfavorecidos en relación a su liderazgo pero incidirá esto en la propuesta política que simboliza,   ¿será igual si surge un nuevo redentor y los precios del petróleo suben? Está el ciudadano medio listo para rechazar cantos de sirenas, no volver a caer en la tentación de un mago de las palabras.

En Venezuela se está combatiendo con firmeza y coraje a la cúpula que encabezan Maduro y Diosdado Cabello,  pero es preciso desmontar el chavismo. Estar listo para evitar que chavistas reciclados protagonicen un golpe militar que pretenda colocar en el poder a individuos menos identificados con el régimen o que una vez más la mayoría traslade en elecciones sus poderes ciudadanos a una propuesta demagógica que solo prescinda de los actuales líderes del régimen, sin afectar a fondo el gubernamental.

Los reformistas de las dictaduras son un serio riesgo para las democracias y el neo chavismo no es una excepción. Hay mucha gente desencantada con el gobierno pero no implica que crean firmemente en las propuestas de la oposición. Hay que estar consciente que una victoria del  sector que no sea genuinamente democrático sería una victoria pírrica que daría paso a un nuevo desastre.
Demonizar a Nicolás Maduro es una excelente estrategia para los chavistas que habiendo resentido o no su designación para heredar el poder, se quieren curar en salud y presentarse como un relevo que mantendrá el legado original, una propuesta que la oposición deberá rechazar en todas las instancias posibles, lo cierto es que los demagogos tienes muchos disfraces y su preferido es del salvadores. 

Pedro Corzo
Periodista
(305) 498-1714

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