sábado, 3 de noviembre de 2018

UN ARTICULO DEL DR OSCAR ELIAS BISCET 11-2-18


ONU: GRITERÍA PARA SOSTENER LA INJUSTICIA EN CUBA
Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
Sígame en: http://www.twitter.com/@oscarbiscet
 
El régimen cubano, en violación de los principios de las Naciones Unidas, exigió a su secretario general Antonio Guterres la cancelación del evento promocionado por el Departamento de Estado, en favor de 130 presos políticos en las cárceles castristas.
Cuba es un estado policiaco dirigido por el Partido Comunista de Cuba, el cual está secuestrado por un pequeño grupo nombrado Buro Político. Este fue dirigido primeramente por Fidel Castro, desde 1965 hasta su muerte en el 2016. Después ocupa la principal dirección partidista su hermano Raúl Castro. Este partido comunista aplica en el país su sistema socialista mediante la imposición de una sociedad de miedo.
Se sabe que el socialismo fracasó en la isla cubana y el mundo por su íntimo estado de relación con la sociedad de miedo. Este tiene entre su esencia la imposibilidad de generar el crecimiento económico innato del país, con la necesidad insaciable de dependencia de los recursos del exterior para mostrar una imagen falsa de desarrollo económico.
Una sociedad que no es libre tiene sus bases consolidadas en la sociedad de miedo y evolucionará de forma continua a un fallo económico y social. El proceso irrevocable de la sociedad de miedo se traduce en estancamiento, regresión y hundimiento; que paralelamente conlleva a las violaciones de los derechos humanos y el encarcelamiento de sus críticos. Por esos es el número elevado de prisioneros políticos en Cuba.
En días recientes en la Naciones Unidas (ONU), en la Sala del Consejo de Económico y Social (ECOSOC), se celebró un foro a favor de los presos políticos cubanos. Esta campaña llevó por nombre “Presos, ¿por qué?”. Dirigida por el Departamento de Estado del gobierno americano y entre sus panelistas estaban sus diplomáticos Kelley Currie, representante de EEUU en el ECOSOC, y Michael Kozak, de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de dicho departamento.
Del mismo modo, el invitado principal fue Luis Almagro, secretario general de la OEA, y enriquecieron el desarrollo de los objetivos de derechos humanos las organizaciones humanitarias, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos y el Instituto sobre la Raza, Igualdad y Derechos Humanos.
El régimen cubano, en violación de los principios de las Naciones Unidas, exigió a su secretario general Antonio Guterres la cancelación del evento promocionado por el Departamento de Estado, en favor de 130 presos políticos cubanos en las cárceles castristas. Su triquiñuela falló y el evento fue una realidad en los valores humanos de la Carta de Naciones Unidas.
El 16 de octubre del corriente año comenzó la campaña “Jailed for What?” (Presos, ¿por qué?) en el ECOSOC; y dos decenas de activistas prodemocráticos cubanos fueron invitados a ver esa sesión de la ONU a la sede de la embajada estadounidense en La Habana. Esta fue una de las actividades públicas y lícitas que con honorable frecuencia realiza en su sede diplomática el gobierno de EEUU para el pueblo cubano.
Una realidad, casi desde el inicio hasta el final de la conferencia a favor de los presos políticos en la sala de ECOSOC se escucharon ruidos intensos y ruidos producidos por golpes en las mesas y vociferantes alaridos. Cualquiera que no conozca en su profunda esencia a la dictadura de Castro no imaginaría que esos escandalosos ruidos vinieran de diplomáticos cubanos. Pero su grotesca gritería no pudo apagar ni minimizar las condenas a las injusticias y violaciones de los derechos humanos manifiestas en los discursos de los profesionales diplomáticos estadounidenses ni del secretario general de la OEA.
Pero qué hablaron las excelentísimas personas Currie, Kozak y Almagro que descontrolaron psicológicamente y sacaron de su estado cursi a los diplomáticos cubanos. Los conferencistas denunciaron el arbitrario encarcelamiento y las violaciones de los derechos humanos y trato cruel y degradante hacia los prisioneros políticos en el sistema penal socialista de Cuba. Además, mencionaron la falta de libertad del pueblo cubano y la injerencia y desestabilización de la región latinoamericana por la invasión de tropas cubanas castristas en Venezuela y Nicaragua, que activaron la existencia de una profunda crisis humanitaria.
La campaña “Presos, ¿por qué?”, Iniciada y desarrollada en la ONU, podemos resumirla con el discurso de la diplomática Kelley Currie, en el que dijo: “Nunca en toda mi vida había visto diplomáticos comportarse como la delegación cubana lo hizo hoy”. Y continúo refiriéndose al Gobierno de Castro: “Deberían estar avergonzados por este comportamiento de matón”.
Del mismo modo insistió Currie, “uno se pregunta, si los diplomáticos de este Gobierno se comportan así, ¿cómo se comportará la policía? Se entiende por qué la gente tiene miedo de hablar, por qué se manda a gente a la cárcel por hablar”.
Las manifestaciones soeces de los diplomáticos cubanos continuaron. No porque alcen la voz tendrán razón y mucho menos si esas expresiones inapropiadas de diplomáticos reflejan la esencia misma de su sistema socialista: el “hombre nuevo”, desvalorado e incivilizado. ¡Qué ultraje a la conciencia humana!; gastar tanta energía para sostener una injusticia: la tiranía comunista.
Quién no aplaudiría esas palabras de condena al régimen castrocomunista, expresiones solidarias que levantan el espíritu de un pueblo que pervive en la esclavitud de una sociedad de miedo. Pues bien, los representantes prodemocráticos de este esclavizado pueblo cubano, con su presencia en la conferencia “Presos ¿por qué?”, sus efusivos y sinceros aplausos, despertaron el sentir de liberación de su pueblo.
https://www.diariolasamericas.com/opinion/onu-griteria-sostener-la-injusticia-cuba-n4165159

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