lunes, 11 de noviembre de 2019

El mundo no aprende, se alejan de Dios y abrazan la oscuridad

Los 'grupos guevaristas' que siembran el caos en Chile tienen ramificaciones en Argentina
Existe un 'regreso de la militancia anarquista', reconocen los investigadores.
Diario de Cuba
10 de noviembre de 2019



Saqueo de la Parroquia de la Asunción, en Santiago de Chile, el viernes. EF

El asalto e intento de incendio de la residencia del embajador de Argentina en Santiago de Chile, en medio de la ola de protestas que sacude hace casi un mes a ese país, permitió a la Inteligencia chilena confirmar los vínculos que existen entre bandas violentas que operan en las manifestaciones contra el presidente Sebastián Piñera y grupos anteriormente detenidos en Buenos Aires con explosivos caseros.
El grupo violento que aprovechó las manifestaciones pacíficas en Chile el pasado viernes entró a la residencia del diplomático con el rostro cubierto y la destrozó, sin robar nada.
Quienes cometieron esos delitos son "satélites" de organizaciones chilenas que se identifican como "terroristas", aunque no formen parte de ninguna lista oficial que las considere como tales, indicó el diario argentino Clarín.
Los violentos aseguraron en sus páginas web tener sedes en Argentina, algo que fue ratificado por funcionarios de Chile y por informes reservados del Gobierno de Mauricio Macri, y sus movimientos se habrían expandido hacia México, Escocia y España.
Los grupos violentos de Chile, entre los que se destacan el autodenominado "Individualistas Tendiendo a lo Salvaje" (ITS), se adjudicaron algunos de los actos más salvajes de los últimos tiempos en ese país.
Gracias a una investigación de la Policía Metropolitana de Buenos Aires se detuvo a un supuesto grupo piquetero que en realidad se dedicaba a fabricar bombas. Esa organización, llamada "22 de Agosto",tenían un verdadero arsenal de sofisticados explosivos caseros.
Militantes del ITS de Chile viajaron en los últimos meses varias veces a Buenos Aires, y una de sus organizaciones de contacto era precisamente "22 de agosto", entre otras asociaciones anarquistas y sociales que conforman el llamado "grupo guevarista".
El caso de ese grupo se destapó el pasado 10 de octubre, pero levantó la alarma cuando se supo que el líder de esa agrupación tenía preparada una camioneta con un detonador de explosivos remoto que funcionaba a través de un teléfono celular. Solo le faltaba la carga a detonar para que ese mecanismo fuera un "coche bomba".
El exministro del Interior de Chile, Andrés Chadwick, quien renunció tras la dinámica de caos que se instauró en las calles, fue la primera autoridad del Gobierno en confirmar, como mínimo en agosto pasado, que ITS tenía una réplica en Argentina.
Chadwick hizo tales declaraciones luego de que la agrupación enviara una carta bomba al director del Metro chileno y otra al presidente de la empresa estatal Corporación del Cobrela onda expansiva le laceró un brazo y el tórax a este último.
En un comunicado, ITS admitió el envío de la carta bomba al titular del Metro, y precisó que "el arquitecto" del explosivo estaba "en Buenos Aires".



El viernes pasado, un grupo de encapuchados se desmarcó de las manifestaciones en Santiago de Chile para incendiar la Universidad Pedro de Valdivia. Los casi 300.000 manifestantes pacíficos que reclamaban cambios al Gobierno de Sebastián Piñera vieron las columnas negras de humo ascender cada vez más alto y con más espesor.
Los encapuchados de ITS o de otros movimientos que funcionan como sus satélites, llamados "Horda Mística del Bosque" y la "Bandada Inquisidora Vengativa" habrían sido quienes levantaron barricadas que impidieron a los carabineros y bomberos acceder a la zona. Para ello, robaron la Parroquia de la Asunción y usaron esculturas, confesionarios, bancos y cuadros para encender el fuego que les permitió resistir.
El inmueble incendiado, que data de comienzos del siglo XX, era utilizado como rectoría y decanato de varias facultades de la Universidad Pedro de Valdivia. Parte de su techo cedió durante las tareas de extinción, y una vez desplegadas, las numerosas unidades de bomberos se centraron en intentar que las llamas no se propagasen a los edificios colindantes, reportó EFE.
El rector de la Universidad Pedro de Valdivia, Rafael Rosell, dijo a la prensa que "es muy triste para Santiago perder su patrimonio" y que un hecho así ocasiona "un daño muy grande a la comunidad".
Otros manifestantes violentos comenzaron a distribuirse por diferentes puntos de la ciudad, en los que causaron más desmanes, entre ellos el incendio del Registro Civil del barrio santiaguino de Providencia, además de armar barricadas y fogatas callejeras.
Estos incidentes se dieron en el marco de una masiva marcha pacífica y festiva que se convocó con la idea de replicar la histórica movilización del pasado viernes 25 de octubre, cuando 1,2 millones de personas se agolparon en la céntrica plaza Italia capitalina para mostrar su descontento hacia las desigualdades sociales y reclamar la renuncia del presidente del país, Sebastián Piñera. 

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