"Una economía con cero turismo y arreciamiento del bloqueo no puede seguir trabajando normalmente y que nada pase", avisó Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación.
Gil Fernández agregó que "no se puede distribuir una riqueza que no se ha creado". Lo cual equivaldría a reconocer el fracaso de la política económica tal como ha sido conducida hasta hoy.
El presidente
Miguel Díaz-Canel afirmó que necesitaban implementar las reformas pendientes "de una manera más rápida, más decidida, más organizada". Y concluyó su intervención con estas palabras: "Hay que tener valentía y tenemos que hacer las cosas diferente. Haciendo lo mismo no vamos a resolverlo, ni vamos a avanzar más".
El resumen de la reunión fue publicado en
Granma y reproducido en
Juventud Rebelde, para ser retirado luego de ambos diarios. En su cuenta de Twitter, el viceprimer ministro cita la nota de
Granma y su
enlace no lleva a ningún sitio.
La retirada de una información tan relevante podría explicarse por divergencias en los altos mandos. Podrán multiplicarse las conjeturas al respecto, pero es evidente que una economía arrasada por políticas ineficaces y marcada por los efectos de la pandemia, padece además el hecho de que se considere peligroso poner en conocimiento público los análisis y propuestas del Consejo de Ministros.
Economía maltrecha, coronavirus y secretismo sobre las medidas para enfrentar tal situación: esto es crisis sobre crisis sobre crisis.
Nota bene: Varias horas después de haber retirado la nota sobre la reunión del Consejo de Ministros y luego de haberse publicado este editorial, el diario
Granma republicó su nota sin indicar la causa de la supresión. En la
actual versión faltan las siguientes frases del ministro de Economía, incluidas antes:
"Además, no comenzarán nuevas inversiones y se paralizarán temporalmente las que están en fase inicial de ejecución. La prioridad será ahora para las que se terminen en este año; después, las de periodos posteriores."
"Se trata de garantizar la vitalidad del país, la alimentación de la población y que el impacto económico se absorba con el menor costo social posible; que distribuyamos entre todos los cubanos esta carga en función de salir adelante.”
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