Miguel Díaz-Canel exigió al Gobierno de
Estados Unidos responsabilizarse por el
ataque contra la Embajada de
Cuba en ese país, acontecido la pasada semana, así como "una investigación exhaustiva y rápida, sanciones severas" y las medidas y garantías de seguridad de las misiones diplomáticas en su territorio
Al intervenir en una cumbre virtual del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), sobre las medidas contra el Covid-19, el gobernante dijo que es una obligación de los Estados "adoptar" todas las medidas adecuadas para proteger los locales de una misión diplomática acreditada, informó el
diario oficial Granma.
El gobernante se quejó de que, más de 40 horas después de los sucesos, La Habana no ha recibido información oficial acerca de la investigación que siguen las autoridades sobre lo sucedido.
La pasada semana, Díaz-Canel aseguró en su perfil en la red social Twitter que el "atentado terrorista", como calificó el ataque el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de la Isla, era "un acto de odio", coherente con la tradicional hostilidad de la administración estadounidense hacia su Gobierno.
El embajador cubano en Estados Unidos,
José Ramón Cabañas, quien aseguró que se encontraba en la sede diplomática pasadas las 2:00AM del 30 de abril, hora en que sucedió el tiroteo, dijo que la Administración de Donald Trump "promueve acciones tan reprochables" dada su "retórica cargada de hostilidad" hacia el Gobierno de la Isla.
"Los atacantes no sólo se ven políticamente motivados, sienten que viven el momento propicio y pueden sentir que cuentan con cierta inmunidad", declaró a la agencia oficial Prensa Latina, y agregó que "al terrorismo verbal solo le faltaba el terrorismo armado, y ya sucedió."
Si bien este fin de semana el Gobierno de EEUU
acusó formalmente al cubano Alexander Alazo, presunto autor del ataque contra la Embajada, por tres delitos, entre ellos el de "ataque violento a un oficial extranjero (...) usando un arma mortal", Cabañas dudó de esa versión.
"Al parecer hay alguien tratando de lograr una matriz de opinión incluso antes de que se conozca la información de manera oficial. En Estados Unidos no se filtra cualquier información, se filtra solo aquello que funcionarios de alto nivel desean que se filtre. Adelanto que no puede haber ninguna razón que justifique tal agresión, que es por su naturaleza un acto de terrorismo", advirtió.
De acuerdo con el documento judicial de la acusación, formalizado por una corte del Distrito de Columbia, donde está ubicada la capital estadounidense, el exmilitar cubano de 42 años fue también imputado por transportar desde otro Estado un arma de fuego y munición para cometer un delito y por dañar una propiedad perteneciente a un Gobierno extranjero.
"Oficialmente no conocemos detalles sobre la identidad del atacante, por lo que tampoco debemos pronunciarnos", indicó el representante de La Habana.
No obstante, a continuación precisó: "Es difícil pensar que un perturbado mental puede acceder a una licencia de conducción fácilmente, puede tener facultades para manejar y encontrar un punto en un mapa, poseer y accionar un arma de asalto y después no estar tan perturbado como para no ofrecer resistencia a la Policía. Un supuesto perturbado que al parecer también sabía operar muy bien sus redes sociales."
La demanda judicial contra Alexander Alazo indicó que el hombre ha dicho que padece esquizofrenia, y habría confesado que atacó la sede diplomática por temor a supuestos "grupos cubanos del crimen organizado", detallaron autoridades de Washington.
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