"Al mirar las
reiteradas aglomeraciones que para el 'pan nuestro de cada día' hacen miles de cubanos, alguien sentenciaba hace solo unos días: 'No cabe dudas, solo Dios protege a este pueblo'", comentó la revista
Palabra Nueva de la Arquidiócesis de La Habana en referencia a las enormes colas que se producen en toda Cuba en medio de la pandemia del
Covid-19.
De acuerdo con la publicación oficial de la
Iglesia Católica de la Isla, tanto el papa Francisco como los obispos cubanos han invocado la esperanza en medio de la pandemia que padece el mundo en estos días, y la calificó como "una dura prueba" en una nota publicada en su
muro de Facebook.
"Miremos a través de los ojos de Jesús, 'el autor de la esperanza', dignifiquémonos desde esa fe libertaria en Él. Hagámoslo, creyentes o no, gente sencilla, gobernantes. La dignidad y la libertad valen plegarias a toda voz, valen respeto y no demagogias", culminó el texto.
A pesar de los llamados de las autoridades a evitar las aglomeraciones y de las multas, sanciones y represión incrementadas las pasadas semanas, las ciudades cubanas no han conseguido del todo el aislamiento social que el Gobierno pidió para evitar la expansión del nuevo coronavirus en la Isla.
Esta misma semana, el Secretariado General de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) emitió un comunicado donde se unió al llamado del Alto Comité para la Fraternidad Humana que fuera acogido por el papa Francisco para que el jueves 14 de mayo los creyentes de todas las religiones y creencias se unan en oración y ayuno ante la pandemia global.
"Invitamos a todas las personas, en todo el mundo, a recurrir a Él a través de la oración, la súplica y las obras del bien, cada individuo en su lugar y de acuerdo con su religión, creencia o doctrina, para que Dios elimine esta pandemia, nos ayude a salir de esta aflicción, inspire a los científicos a descubrir un medicamento que acabe con ella, salve al mundo de las consecuencias sanitarias, económicas y humanas debido a la propagación de esta pandemia peligrosa", reza el llamamiento.
La COCC suspendió "todas las celebraciones públicas en los templos y comunidades católicas" de la Isla ante la expansión del Covid-19, medida que anunció "con profundo dolor y de manera excepcional", así como en cumplimiento de las "indicaciones de la Santa Sede para las circunstancias que está viviendo el mundo."
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