El profesor y economista cubano, al que algunos consideran "gurú de las remesas" por su trabajo investigativo sobre el tema, explicó que los destinatarios principales de esta nueva regulación son "los cubanos que viven en el exterior, los que usualmente envían remesas, hacen recargas telefónicas o viajan al país con frecuencia para ver a sus familiares o llevar mercancías para vender".
En ese sentido, señaló que difícilmente esta medida sea exitosa, pues "la práctica ha demostrado que los cubanos no confían en el sistema bancario nacional, mucho menos para abrir cuentas en dólares, pues siempre está latente el riesgo de que puedas abrir una cuenta, depositar y después el banco no tenga disponibilidad de efectivo si lo quieres extraer".
Esto le ha sucedido a numerosos residentes en la Isla durante los últimos años. Luego de depositar divisas en las entidades estatales, estas personas deben seguir un engorroso proceso burocrático para extraerlas, el cual muchas veces demora largos períodos en los que se va permitiendo la extracción parcial, con la justificación de que "no hay fondos suficientes".
"Los bancos cubanos están secos en divisas, esa es la razón de la medida, el Gobierno no tiene divisas para hacer sus compras en el exterior. Es una situación desesperada, están atrapados entre la ineficiencia del sistema, la falta de liquidez y el inminente colapso de la economía", señala Morales.
Tras ser interrogado por el tipo de pago, el cual solo puede ser efectuado mediante tarjetas magnéticas, a pesar de que la mayor parte del comercio en Cuba se realiza con efectivo, el economista refiere que "quieren evitar al máximo la circulación física del dólar en el mercado minorista para evitar que siga creciendo la corrupción en las redes estatales y que los dólares se les escapen".
En su opinión, la suma de estas cuestiones provocará que la medida no sea efectiva y se abran muy pocas cuentas, por lo cual las autoridades "no tendrán otra alternativa que permitir la circulación de los dólares en efectivo, como ocurrió en los 90".
"En realidad, han manejado muy mal esta dolarización improvisada, que lejos de contribuir a eliminar la dualidad monetaria, ha introducido una tercera moneda que está poniendo patas arriba la economía del país y la vida de los cubanos", señaló.
"La torpeza es tal que ni siquiera eliminan el 10% de gravamen que le aplican al dólar. Nadie va a depositar en un sistema bancario poco confiable y que además te impone un impuesto del 10%. Esto no es un estímulo para generar una avalancha de aperturas de cuentas, sino todo lo contrario", agrega.
También prevé que se produzca un fortalecimiento del mercado negro, pues "ese es el mercado donde va a circular libremente el dólar. Esto va a generar más devaluación para el CUC y para el CUP, lo cual hará crecer la inflación".
Morales critica la "mediocridad del equipo de Gobierno de Miguel Díaz-Canel" que, en su opinión, "es tan grande que va a terminar por degradar al sistema".
Esta sorpresiva e "improvisada" disposición, sumada a los errores que se han venido cometiendo durante los últimos años, "ha sido una muestra inequívoca de la mediocridad manifiesta de la nueva clase dirigente cubana, puesta en evidencia en el fatídico video sobre la limonada y el guarapo como solución del problema alimentario", considera el economista.
En su criterio "el sistema ha comenzado un proceso de autodegradación que cada día toma más fuerza y va camino a ser irreversible", pues "la generación sustituta de los octogenarios se está tragando poco a poco a la obsoleta revolución a una velocidad que crece por días".
"Su efecto es más corrosivo y demoledor que el propio embargo", concluye.
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