Por Vicente P. Escobal- Exclusivo para Nuevo Acción
El pasado 28 de septiembre conmemoraron en Cuba el 60 aniversario de la creación de los llamados comités de defensa de la revolución, una iniciativa de Fidel Castro encaminada – según sus propias palabras – a instaurar un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva.
Desde su fundación los comités de defensa de la revolución – la más emblemática de las organizaciones cubanas por el número de miembros y las actividades que realizan– han constituido la primera línea del sistema de espionaje y delación más grande que jamás se haya creado en Cuba.
Estos comités promovieron algo inédito en el contexto de las relaciones ciudadanas…. las tradicionales normas de convivencia, donde el vecino era la persona en quien podías confiar en una situación de emergencia o servir de consuelo ante una tragedia familiar, trastocaron esa elemental norma de convivencia para convertirse en una institución donde predomina el todo contra todos, es decir el vecino convertido en un sujeto al que hay que vigilar sistemáticamente.
Y fue esta aberración social el primer paso para dividir a la familia cubana.
Los comités de defensa de la revolución han jugado un papel desintegrador de la sociedad. su actividad responde más a los intereses de los servicios de seguridad del estado que a las necesidades de la comunidad donde operan.
Aquellos ciudadanos que expresen su negativa de pertenecer al comité son tildados de contrarrevolucionarios y sometidos a la marginación y vigilancia. Curiosamente la integración al comité es interpretada como una forma de cubrirse las espaldas, sobre todo por quienes realizan actividades delictivas, una especie de patente de corso porque la integración al comité significa adhesión al régimen y aceptación del sistema, una variante deleznable de la doble moral y la deshonra.
En cada comité de cuadra existe un libro conocido como registro de direcciones, donde se inscriben todas las personas residentes en el área. Cada ciudadano que cambia de domicilio está obligado a entregar al responsable de vigilancia de la cuadra información sobre él y su familia. del mismo modo cualquier huésped temporal debe ser informado oportunamente.
La estructura de los comités es controlada por una dirección nacional, integrada por elementos muy cercanos al partido gobernante y a los aparatos represivos.
Por último, resulta oportuno señalar que ni siquiera en la alemania nazi, con un amplio historial de injerencias sociales, tenia estructurado un sistema de cooperación con los cuerpos de seguridad del gobierno. Probablemente lo ms parecido sean las temibles camisas negras de Benito Mussolini, una estructura paramilitar protagonista de múltiples episodios de violencia y agresión física o verbal contra sus adversarios en la italia de los años 20 del pasado siglo.
Cuando la nación cubana reconquiste los valores del civismo y de la auténtica solidaridad humana, los comités de defensa de la revolución constituirán, indudablemente, una entidad incrustada en el amplio catálogo de deformaciones sociales y aberraciones ideológicas implantadas por la dictadura que merecerán el repudio de las futuras generaciones de cubanos.
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