Con nuestro sistema electoral bajo asalto, los estadounidenses necesitan hablar

From: Aurelio Hernandez [
Sent: Saturday, December 05, 2020 6:40 PM

 

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Con nuestro sistema electoral bajo asalto, los estadounidenses necesitan hablar

El 2 de diciembre de 2020, el presidente Donald Trump pronunció un discurso que detalló algunos de los abusos y fraudes en las elecciones generales de 2020, diciendo: "Como presidente, no tengo mayor deber que defender las leyes y la Constitución de los Estados Unidos. Es por eso que estoy decidido a proteger nuestro sistema electoral, que ahora está bajo asalto coordinado y sitio".

Nuestro país fue fundado bajo el liderazgo de George Washington, ya que llevó a nuestro ejército a ganar la Guerra de Independencia. Tuvimos la suerte de tener al presidente Abraham Lincoln, quien nos mantuvo unidos guiándonos a través de la Guerra Civil. Ahora, nuestro país se enfrenta a un tercer desafío fundamental, uno para garantizar nuestra libertad continua y el derecho a elegir a nuestros líderes.

Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, nuestro país pasó rápidamente, como se informó en los medios de comunicación, de "América bajo ataque" a "América se recupera" a "América lucha hacia atrás". 

El discurso de Trump señaló un punto de inflexión similar, que Estados Unidos está defendiendo sus derechos fundamentales. Su discurso expuso lo que le está sucediendo a nuestro país en este momento: el fraude electoral generalizado y bien planeado. Como Trump señaló, no se trata de sí mismo, sino"sobre nuestra democracia y los derechos sagrados que generaciones de estadounidenses han luchado, desangrado y han muerto para asegurar". "Nada es más urgente ni más importante", dijo.

El presidente continuó diciendo: "Si no erradicamos el fraude, el tremendo y horrible fraude que ha tenido lugar en nuestras elecciones de 2020, ya no tenemos un país. Con la determinación y el apoyo del pueblo estadounidense, restauraremos la honestidad y la integridad a nuestras elecciones. Restableceremos la confianza en nuestro sistema de gobierno".

En un entorno quizás más complicado que el que hubo durante la Guerra de la Independencia, o la Guerra Civil, Estados Unidos se enfrenta a un enemigo que forma parte de una red global, compuesta por fuerzas comunistas tanto en el extranjero como dentro de nuestro propio país.

La China comunista ha participado en una forma de guerra sin restricciones contra los Estados Unidos durante las últimas décadas. El Partido Comunista Chino (PCC) considera que el líder mundial en libertad, Estados Unidos, es la mayor amenaza para su existencia. El objetivo de la alianza comunista global, y su único medio de supervivencia, es apoderarse de los Estados Unidos y, con eso, eliminar el faro de la libertad que Estados Unidos brilla en el mundo. El PCC ha participado en una penetración sistemática de nuestras instituciones y ha construido lazos con las fuerzas procomunistas dentro de nuestro país.

La globalización es un movimiento comunista. Es un movimiento estratégico intencional con el objetivo de debilitar el mundo libre, especialmente Estados Unidos, y ayudar a los objetivos de los comunistas. En este movimiento, los comunistas internacionales se han asociado con los comunistas chinos. Después de décadas de trabajo, ha llegado a un punto en el que se ha vuelto lo suficientemente fuerte como para orquestar un golpe comunista en Estados Unidos.

Los partisanos partidarios a favor de la globalización y el socialismo han ayudado con un apoyo financiero continuo no sólo en las últimas décadas a extender la vida del régimen comunista en China, sino que la han mejorado. 

Lo que sucedió en Hong Kong este año, donde el PCC se apoderó del control total, está sucediendo ahora aquí en los Estados Unidos.

A nivel nacional tenemos medios de comunicación convencionales, grandes empresas tecnológicas y otros poderosos intereses en los sectores del gobierno, con fines de lucro y sin fines de lucro que trabajan juntos contra un presidente estadounidense.

Las principales organizaciones de medios de comunicación se niegan a considerar las audiencias electorales que se están llevando a cabo actualmente en los estados de campo de batalla de todo el país y, en su lugar, siguen describiendo las acusaciones creíbles y las pruebas de fraude como "sin fundamento".

Esto ha impedir que muchas personas conozcan incluso los hechos más básicos sobre esta elección. La mayoría de los medios estadounidenses no se han vuelto diferentes de los medios controlados por el Estado en China: sólo ofrecen mentiras y encubrimientos, y su agenda es lavarse el cerebro con propaganda.

Además, las grandes empresas tecnológicas en Occidente han cerrado la comunicación de la gente de maneras no diferentes de las que se ven en la China comunista. Contrariamente a lo que estas empresas afirman, las redes sociales se han convertido en una máquina para controlar la comunicación en lugar de plataformas para el discurso abierto.

Las principales agencias gubernamentales, apoyadas por nuestro dinero de impuestos, no muestran ningún interés en investigar las acusaciones creíbles y la evidencia de fraude electoral a gran escala. Se han quedado de brazos cruzados mientras las fuerzas de nuestro país se han coordinado con los comunistas a nivel internacional para lanzar un golpe de Estado.

Muchos de nosotros aquí en The Epoch Times hemos vivido bajo regímenes comunistas, tanto en China como en otras partes del mundo, y conocemos de primera mano su tiranía. Nuestras libertades en Estados Unidos nos han permitido florecer y también advertir a nuestros conciudadanos que estas mismas libertades están ahora en riesgo.

Si no tomamos una postura y hablamos en este momento crítico, veremos al PCC y a las fuerzas comunistas aliadas completar su búsqueda de décadas para someter la libertad estadounidense.

Durante los ataques del 11 de septiembre, en el vuelo 93, 40 estadounidenses lucharon contra los secuestradores terroristas para defender la capital de la nación. Se trataba de personas comunes y corrientes que tomaban medidas extraordinarias. Eran valientes americanos. Antes de tomar medidas, votaron. Incluso en el momento de una prueba de vida o muerte, en un avión secuestrado, votaron.

Votaron, oraron y actuaron. Este es el espíritu americano. Esta es la creencia americana y la tradición americana. Tomamos cada voto como sagrado. Votamos para tomar una decisión, creemos en el resultado y actuamos en consecuencia.

Las elecciones generales de 2020 están exponiendo la verdadera posición de cada individuo, cada empresa, cada medio de comunicación e incluso todos los países del mundo.

En una audiencia sobre fraude electoral en Michigan el 27 de noviembre, se le preguntó a Melissa Carone por qué más personas no se habían presentado a testificar. Su respuesta: "Mi vida ha sido destruida, mi vida ha sido completamente destruida, debido a esto. He perdido a la familia, he perdido amigos. Me han amenazado. Mis hijos han sido amenazados. He tenido que mudarme. He tenido que cambiar mi número de teléfono".

Pero a pesar de haber enfrentado esta hostilidad, se acercó a testificar públicamente. Ella valientemente puso el bien del país por encima de su propia situación.

Durante nuestra Guerra de Independencia, Thomas Paine dijo: "Estos son los tiempos que prueban las almas de los hombres". Así que, también, hoy.

No sólo Melissa, sino todos los estadounidenses se enfrentan a esta prueba: ¿aman la libertad y están dispuestos a oponerse a las fuerzas comunistas que buscan quitársalo? Cuando el PCC se movió para tomar el control de Hong Kong, Hongkongers protestó en millones, pero fueron superados. En las calles, agitaron la bandera americana, el símbolo de la libertad.

En la prueba que enfrentamos hoy yace el destino del mundo. Las fuerzas del mal quieren que nos rindamos. La tradición estadounidense enseña a cumplir con la tiranía con desafío y amenazas con valentía. Enseña a aprovechar los recursos de la fe para contrarrestar el mal.

En este momento crítico, los estadounidenses necesitan unirse para tomar una posición contra el fraude y a favor de la verdad. Elegir la libertad sobre el comunismo, y el bien sobre el mal.

Se trata de nuestro derecho al voto. Se trata de si todavía podemos tener un país libre.

 

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