viernes, 21 de febrero de 2025

Un día como hoy, febrero 21, en nuestra lucha contra el castrismo.

Un día como hoy, febrero 21, en nuestra lucha contra el castrismo.

Dedicado a aquellos que dicen que en Cuba no se combatió el comunismo.

Comparta estas efemérides. Gracias.

PROHIBIDO OLVIDAR.

1961

Una guerrilla compuesta por 14 hombres, dirigida por José Martí Campos Linares y Agapito Rivera “El Guapo” sostienen un encuentro con la milicia castrista en Cayo Bonito, cerca de Cascajal causándole varias bajas a la tropa castrista. Los guerrilleros Regino Cintas Mazario y Angel Sotolongo murieron en el combate.

[Fuente: La Lucha en los Llanos de Cuba. Agapito Rivera. Página 64.]

*****

El alzado Norberto Lamas muere en combate en Las Villas.

*****

En Colón, Matanzas miembros del clandestinaje sostienen un encuentro con las milicias, causándole una baja.

1962

Francisco Margolles y Angel Vasallo son asesinados en San Nicolás de Bari, provincia de La Habana.

*****

En la zona conocida como los Zaez, cerca del central Zorrilla, la guerrilla comandada por Agapito Rivera “El Guapo” rompe un cerco muriendo los guerrilleros Evelio Marrero, Ricardo Molina y Agustín Perdomo. Son capturados heridos y posteriormente fusilados Goyo Rivero, Venancio Rivera Milián y Neno González, “El Currito”.

*****

Una avioneta lanza material inflamable sobre cañaverales entre las ciudades de Camajuaní y Remedios, provincia de Las Villas.

*****

Un guerrillero conocido solamente por sus apellidos, Machado Molina muere en combate en Las Villas.

1963

La guerrilla comandada por Gustavo Adolfo Sargent Pérez sostiene un encuentro con la milicia castrista en las proximidades de unas cuevas que habían construido en Rancho Grande, cerca de La Esperanza, provincia de Las Villas. En el enfrentamiento murieron los colaboradores de alzados Luis Denis y Rubén Trápaga.

*****

En un combate sostenido contra las tropas castristas en El Algarrobo, Escambray, Las Villas mueren los guerrilleros Juan Antonio Benítez, Tomás Hernández Gutiérrez, Gabriel Morales, Amelio Pérez González y Francisco Rojas.

*****

Juan Acosta Ramos es asesinado por la policía en Manicaragua, Las Villas.

1964

Roberto Álvarez Álvarez, Frank Barrios Ramírez y Ricardo Díaz Alvarez son fusilados en La Cabaña.

1975

El agente castrista Luciano Nieves muere por atentado en la ciudad de Miami, Fl.

1979

El preso político Dr. Alberto Cruz Caso después de estar padeciendo de dolores abdominales por varios días es operado y muere por demorada asistencia médica en la prisión “Combinado del Este”, La Habana. 

1981

El dictador Fidel Castro ordena a un grupo elite de las Topas Especiales entren a la embajada de la República de Ecuador en La Habana con el fin de capturar a un grupo de 30 cubanos que habían ingresado a la embajada y pedido asilo político. La comunidad internacional no condenó el hecho.

1989

En la 45 sesión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, se presenta un informe de 400 páginas, sobre las violaciones cometidas por el régimen castrista. Es el mayor y más documentado de toda la historia de la UNHRC. En esta ocasión el voto de censura fue suscrito hasta por el embajadora del régimen comunista de Bulgaria.

Dr. Alberto Cruz Caso 39-65H  .+2-21-1979 Comb del Este.jpgGustavo Adolfo Sargen Pérez -Terranova- Fusilado en junio de 1963..jpg
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

 

RECUERDO DE LA MASACRE DEL RÍO CANÍMAR

MARIO HERRERA        6 de Julio de 1980

El 6 de julio del 2018 se cumplen 38 años de lo que se conoce como “la masacre del río Canímar”. Porque 14 años antes del hundimiento del remolcador “13 de marzo” hubo un acontecimiento casi idéntico del que el régimen cubano salió mejor librado incluso que del crimen de 1994. En los mismos días en que todavía se estaba produciendo el éxodo del Mariel tres jóvenes intentaron secuestrar una embarcación turística en el área de la bahía de Matanzas tripulada por entre 60 y 100 personas. Mientras intentaban escapar fueron perseguidos y ametrallados por las autoridades y luego hundidos. El número exacto de víctimas todavía se desconoce aunque se fija alrededor del medio centenar de personas, entre ellas un número indeterminado de mujeres y niños. ("El número preciso de víctimas quedó en secreto, pero se cuentan al menos 56, incluyendo niños de 3, 9, 11, y 17 años" nos dice un informe de Archivo Cuba). Sólo sobrevivieron diez personas y se rescataron 11 cadáveres

El 6 de julio de 1980, el barco de río «XX Aniversario» salió del centro turístico Canímar Abajo, situado en las márgenes del río Canímar, en Matanzas, con más de 60 pasajeros. Sergio Aguila Yanes, de 19 años, sargento en el ejército cubano, reclutó a su hermano menor Silvio y a sus amigos Roberto y Humberto, y juntos habían planeado la fuga. Cuando el barco se alejó de los muelles, sacaron sus armas e intentaron tomar por sorpresa a los guardias. No pudieron y cuando uno de los guardias sacó la pistola, Sergio disparó primero y lo hirió. Pronto el barco estuvo bajo control de los muchachos, que ordenaron a su capitán que se desviara hacia los Estados Unidos.

El informe del tiroteo no tardó en llegar a Julián Rizo Alvarez, primer secretario del Partido en Matanzas, que inmediatamente convirtió un restaurante local en puesto de mando con teléfonos directos a la oficina central del Partido y a Fidel Castro, que le dio órdenes explícitas de que no se podía permitir que el barco se escapara. Fidel Castro subrayó a Rizo Alvarez «que pase lo que pase». Rizo despachó enseguida varias lanchas torpederas para que detuvieran el «XX Aniversario». Los barcos de guerra, más pequeños y más rápidos, se acercaron al barco e insistieron en que pararan y regresaran a Cuba. Los muchachos decidieron no obedecer las demandas del gobierno y siguieron hacia el norte. Después de que le notificaron por radio que las torpederas no podrían detener al «XX Aniversario», Rizo tomó una decisión. «Las órdenes fueron no permitir que el barco saliera de Cuba, aunque eso significara hundirlo». Como si supieran lo que iba a ocurrir, algunos de los pasajeros levantaron a sus hijos rogando a los barcos del gobierno que no dispararan. Rizo dio la orden de disparar y comenzó la masacre de los hombres, mujeres y niños que estaban a bordo del «XX Aniversario».

A pesar de que había dos barcos completamente armados atacando al «XX Aniversario» y a sus pasajeros, Rizo despachó otro patrullero más fuertemente armado y a un avión que empezó a circular encima. Los pilotos del avión empezaron el ataque justo antes de que el barco de río saliera de las aguas cubanas. Después que el avión hizo dos pases mortales, el barco estaba aun milagrosamente a flote, aunque sólo capaz de navegar en círculo. Para entonces, casi la mitad de sus sesenta pasajeros estaban ya muertos o heridos. Cuando se dio cuenta de las repercusiones internacionales que habría si el «XX Aniversario» se escapaba, Rizo tomó el mando del enorme «23 de Mayo» y le ordenó que interceptara y hundiera el barco de río, mucho más pequeño. La tripulación del «23 de Mayo» llevaron a cabo las órdenes de hundir el barco, embistiéndolo por el medio. Buscando su seguridad, Sergio había llevado a todas las mujeres y niños a la bodega para que estuvieran fuera del alcance de las balas. Aunque el primer golpe no hizo mucho daño al barco, las mujeres y los niños, ahora atrapados abajo, empezaron a gritar histéricamente. Segundos más tarde, el «23 de Mayo» embistió por segunda vez al barco y casi lo partió en dos. Al empezar a llenarse de agua el «XX Aniversario», Sergio le dijo a Roberto, el amigo de dieciséis años: «Perdóname, Papito» y fue a la cabina. Entre los frenéticos gritos de las mujeres y los niños de la bodega, Sergio sacó la pistola y le gritó a Roberto: «Los comunistas no me cogerán vivo nunca». Dirigió la pistola a la sien y se mató.

Roberto Calveiro aún recuerda que las aguas se enrojecieron alrededor de los cuerpos de los hombres, mujeres y niños balaceados. También fue testigo del ahogamiento de los que sobrevivieron la matanza inicial pero que no pudieron soportar la fuerza del mar y se hundieron sin volver a salir más. El propio Calveiro saltó al agua y empezó a nadar, pero cuando los patrulleros lo vieron le empezaron a disparar. Más tarde, cuando fue recogido en el mar por el cabello y golpeado en un patrullero, los guarda fronteras que le dispararon le confesaron: «Chico, no sé cómo pudiste sobrevivir con todas las balas que te disparé». Cuando llegaron al fin a la costa, los guardias le dijeron a Roberto que se echara a correr. Roberto se negó, sabiendo bien que le dispararían. Aunque había salvado la vida, le esperaban muchas otras experiencias al muchacho de 16 años en los próximos doce años, que pasó en una cárcel cubana. El régimen rescató sólo 11 de los cadáveres de las casi cuatro docenas de hombres, mujeres y niños masacrados ese día. El gobierno no les dio ninguna explicación a las familias de los desaparecidos, solo que habían muerto en el mar durante el «secuestro» de un barco. El gobierno no permitió entierros comunes. Antes de permitir a los diez sobrevivientes que regresaran a casa, les ordenaron no hablar con nadie sobre el incidente y no reunirse en grupos en que hubiera más de dos de ellos presentes. Durante los próximos dos años, tuvieron agentes del gobierno estacionados para monitorear sus actividades, mientras intentaban sobornar a los familiares de las víctimas, así como a los sobrevivientes, dándoles televisores, refrigeradores y otros equipos usualmente reservados para altos funcionarios del gobierno.

Ni perdón, ni olvido.

Lancha en el Río Canímar.jpg




No hay comentarios:

Publicar un comentario