viernes, 2 de mayo de 2025

Por mano propia

Ulises Tolón, de la prisión a la cima

«No es que pretenda, negar mi condición de ser humano

Pero tampoco, hoy puedo darle la razón a mi pasado

Por ir andando, maldiciendo, tropezando, sin ver luz en mi camino

¡Cuánta tristeza es no tener, quién sepa comprender!

¡Cuánta maldad hubo conmigo!»

Rubén Blades

«El pasado no perdona»

El primer intercambio de saludos se produjo en la red social FACEBOOK, días después nos conocimos personalmente, abrazo de por medio, en los predios de «Oye Chico Bar», reconocido local, propiedad de nuestro compatriota Carlos Carrera, ubicado en la ciudad paraguaya de Fernando de la Mora.

Nuestros encuentros fueron frecuentes; compartimos en infinidad de ocasiones, e incluso corrimos igual suerte, lastimosamente, cuando la acción de ayuda desinteresada a una familia cubana se trastocó en un lamentable suceso ingrato y difamatorio.

«Tenemos que seguir dando una mano, Aldito, hay gente que son así», me comentó Ulises escudando la molestia en una sonrisa.

No obstante, Ulises —excelente conversador, diáfano, cariñoso y poseedor de una alegría casi inmutable— exhibe una historia que si no la descubro casuísticamente podría jurar que es una de las tantas leyendas urbanas existentes en cualquier congregación de humanos.

Me he convertido en asiduo consumidor del canal de «Repe», sitio en YOUTUBE donde ofrece, con estilo valiente, peculiar y democrático, testimonios vívidos de personas que han sobrevivido al inframundo dominante  en las temibles cárceles cubanas.

En mi afán de introducirme en álgidos conflictos sociales pude acceder a la propuesta de «Repe».

Ahí están las entrevistas, entrez otras, a «Papón el bizco», a «Bola de Carne», a Lázaro Cuéllar, Elizardo y… ¡oh sorpresa! A Ulises Tolón

«La primera ocasión que caí preso fue en 1978 cuando el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, Aldito. Me dio por quitarle un sombrero a un extranjero y me mandanron para una cárcel de menores. A menoría, como se le conoce. ¿Sabes qué edad yo tenía? ¡Ocho años!».

Ulises, con la sinceridad que le caracteriza, me contó su calvario en varios centros penitenciarios de la isla, «fueron varios años de una a otra, de una a otra. De una complicación tras otrra. Pasé por La Cabaña, El Combinado, Guanajay, Taco Taco… Vi morir a muchos hermanos de causa, vi torturar a muchos hermanos de causa, y soy uno de los tantos que pudo salir vivo de ese infierno. Imagínate que estuve junto a Mario Chanes de Armas, que fue en una época el preso político más antiguo del mundo. Salió en libertad en 1991».

Hoy Ulises, con el que tengo un lindo proyecto a futuro, vive con holgura en territorio paraguayo. Es un reconocidísimo estilista —barbero de talla mundial, sus conferencias son muy solcitadas, incluso allende las fronteras guaraníes— pero no olvida ni a su pasado ni a sus hermanos de causa.

«A Enriquito Triana lo mataron, a Cicler lo mataron, vi guardias haciéndole horrores a los reclusos. Conocí a mucha gente buena y mucha gente mala también. Los recuerdos están ahí pero son solo eso: recuerdos»-

Reconozco que soy muy conservador en lo concerniente a le rehabilitación de los que cumplen penas carcelarias y la reinserción social de los mismos; empero, conozco y aprecio a varios que independiente a su pasado son excelentes ciudadanos.

Sin dudas ahí está Ulises Tolón que de la prisión saltó a la cima.


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