Por: Lucas Garve
Mantilla, La Habana, 11 de febrero de 2010, (PD-FLE*) Hay un sector de la cultura que proviene y trasciende directamente de sus creadores a sus interlocutores. Esto esparte de la que se puede llamar cultura popular yes la narración oral quien bien ocupa el primer lugar en esa producción cultural.
La narración oral obedece a la necesidad interna de los humanos de transmitir conocimientos, valoraciones o ideas sencillas sobre algún hecho, real o inventado, consustancial a la comunicación de uno o más individuos de la comunidad que comparte.
Este es un hecho además realizado mediante la palabra, empleada para expresar un complejo producto donde se ligan el hecho acaecido y referido, la tradición cultural heredada o presente delexponente.Por eso, el cuento es uno de los tres grandes géneros de la narrativa oral. Pero es el que sobresale por su flexibilidad, por recoger costumbres, inclinaciones, condiciones de vida, rasgos colectivos de carácter, opiniones, formas de relación más usadas en una comunidad o territorio.
El cuento popular es por lo general anónimo y evidentemente, de transmisión oral. Su organización interna es muy rígida o estricta si se quiere, de estructura lineal, sin particularización espacial o temporal precisa, perotiene que tener marcado énfasis en la apertura y el cierre. Por necesidad, usa una apoyatura gestual y oral propia del habla.
Los cuentos en Cuba gozan de una preferencia de exposición, sobre todo los que tratan de un protagonista, sea humano o animal, pues no requieren de una preparación o una ambientaciónespeciales. Las exposiciones son entonces incidentales e informales.
Los cuentos pueden agruparse por temas: humorísticos, ingeniosos, costumbristas, fabulosos, satíricos. Estos, a su vez, son susceptibles de sub-catalogarse en otros. Por ejemplo, de tema licencioso, irreligioso, burlesco, irreverente, etc.
Valgan dos ejemplos de tema humorístico, unoirreligioso y otro licencioso.
Las monjitas y el cura
Hay dos monjitasque van juntas al cementerio, a la tumba de un cura recién fallecido. Una lloraba y lloraba, y la otra se orinaba sobre la tumba. Pero un domingo, un viejito, que siempre observaba lo que hacían las dos monjitas, les preguntó que por qué hacían eso, si se trataba de algún ritual. Y estas le contestaron: No, es que cada una lo llora por donde lo siente.
El caballo enfermo
Un hombre, que era montero, una vez salió a montear y decidió llevar a su hijo sobre las ancas de su caballo. Pasaron cerca de una caballeriza y de ella salió un caballo corriendo en dirección por donde ellos pasaban. Este caballo venía impulsado porque olió que lo que pasaba cerca era una yegua. Y se puso furioso al no poderla alcanzar, porque lo impedía una cerca muy alta.
-Papi, ¿qué le pasa a ese animal?, preguntó el niño al padre.
Este le contestó: -Nada, hijo, ese animal está enfermo.
El niño no contestó ni hizo más preguntas. A los pocos días, el muchacho pasó con la madre por ese mismo lugar y volvió a suceder lo mismo, y el niño dijo a su madre: - Mira, mami, ese animal está enfermo.
La madre asombrada por lo que vio le preguntó: ¿Y quién te dijo eso?
Como niño al fin este respondió: -Me lo dijo papi.
Entonces, la madre riéndose, terció pronta la réplica: -No, niño, ese caballo no está enfermo. ¡Ojalá tu padre tuviera la salud que tiene ese animal!
garvecu@yahoo.com
*Fundación para la Libertad de expresión.
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