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Globovisión/EFE
13/02/2010 5:02:22 p.m.
El espíritu del amor invade año tras año las tierras venezolanas en una festividad americana por excelencia, San Valentín, que combina grandes dosis de tradición pero también de consumismo.
Parejas de todo el país suramericano celebran con bombones, flores, globos, peluches, paseos y cenas románticas esta festividad "yanqui", muy a pesar del discurso antiamericano y anticapitalista del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Desde hace días, los comercios de Caracas y las grandes ciudades del país alimentan el espíritu comprador de los venezolanos con escaparates repletos de corazones y productos especialmente pensados para los enamorados, a la espera de ser desenvueltos en la señalada fecha.
Y es que, por mucho que el Gobierno manifieste día tras día su rechazo al vecino "imperialista" y "capitalista", los ciudadanos venezolanos aparcan, con más empeño del habitual, las doctrinas oficiales el 14 de febrero.
"San Valentín es muy importante para las floristerías, en un solo día se generan hasta 10 millones de bolívares (unos 2.300 dólares) en cada establecimiento", dijo a Efe la presidenta de la Asociación de Floristas Iberoamericanos (ADEFI) de Venezuela, Rosa Isabel Méndez.
Las rosas rojas son las reinas indiscutibles del día de los enamorados, donde lo clásico se impone.
"Salieron bastante bien las rosas multicolores pero lo que más se vende son las rosas rojas", apuntó Méndez.
Este año, San Valentín coincide en domingo y comparte protagonismo con el Carnaval, lo que hace la celebración "un poco atípica", dice.
Desde la ADEFI calculan que, a causa de la "mala fecha", las ventas caerán este año un 30 por ciento y muchas floristerías no abrirán el domingo por falta de demanda.
Los centros comerciales, en cambio, estarán abiertos al público durante todo el día, como es habitual en Venezuela.
Y es justamente en uno de estos establecimientos comerciales donde tendrá lugar una de las actividades más curiosas de este denominado "Mes del Amor": las bodas colectivas gratuitas.
Veintiuna parejas de alrededor del país se unirán en matrimonio el próximo 20 de febrero, unos días después de la tradicional fecha, en las terrazas de los siete centros comerciales del grupo Sambil Venezuela.
"Nosotros les preparamos todo, el pastel, las bebidas, los pasapalos (pica-pica) y les traemos incluso bandas de música en directo", explicó a Efe una de las organizadoras del evento, Diana S.
Esta es la segunda edición del evento, que estará oficiado por las máximas autoridades municipales de cada localidad.
Las bodas en Venezuela son celebraciones caras que pueden tener un coste, en una ceremonia media, de alrededor de unos 14.000 dólares.
De este modo, la mayor parte de las parejas que solicitan casarse en el Sambil son "jóvenes de bajos recursos", reveló la organizadora.
Los que prefieran una delicada cena bajo la luz de velas pueden estar tranquilos porque, aunque San Valentín coincide con las restricciones en la venta y el consumo de alcohol impuestas por el presidente Chávez con motivo de los Carnavales, esto no afectará al sector restaurador.
Así lo aseguró a Efe la Cámara Nacional de Restaurantes, que considera que su actividad no se verá perjudicada ya que podrán servir bebidas hasta las doce de la noche, e incluso obsequiarán en algunos casos con una botella de vino a las parejas.
Ni la coincidencia con los Carnavales, una amenazante Ley Seca o el sentimiento 'antiyanqui' del presidente pueden contra un San Valentín que un año más demuestra lo bien arraigado que está en Venezuela y el beneficio que trae para los comerciantes.
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