miércoles, 31 de marzo de 2010
Algo pasó en el closet
Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Viendo estos últimos tiempos la actitud del comandante Chávez la cual ha sido; desenfrenada, desquiciada unas veces, atrabiliaria otras y un tanto preocupantes si tomamos en cuenta sus retrocesos y avances, (aunque invariablemente da un paso atrás para tomar impulso y dar dos hacia delante) he llegado a la conclusión, de que algo grave debe haberle pasado; desde el momento en el que estuvo escondido en el closet del museo, hasta el momento en el que regresó, lo regresó Baduel mas bien, a la casa de misia Jacinta, con su balcón de los fantasmas que según deja translucir lo acosan constantemente con sus anuncios de magnicidio.
opinan los foristas
Quizá mientras esperaba, lógicamente tembloroso debido a la situación, dentro del closet del museo, el frío y calor húmedo pastoso de su vestimenta dañó seria e irreversiblemente su sistema psicoinmune. O quizá alguien le dio, sin querer por supuesto, un culatazo por la cabeza.
Lo cierto es que el “comandante” desde ese momento perdió toda la sindéresis y el a-plomo (el cual creo que lo gasto todo en inocentes del 4 F y en Puente Llaguno) suplantando ese hilo que mantiene unido a las personas a la cordura, por una serie de mecanismos que se van disparando en la medida en que sus circunstancias lo van requiriendo.
A partir del momento en que tuvo que esconderse en el closet, se potenciaron y evidenciaron sus problemas de trastorno de personalidad.
Creo que lo que mas daño le hizo a su primitivo ego (manía), fue el ser llevado detenido hacia la Orchila en calzoncillos y franela interior por un militar de rango inferior. Y que lo que mas lo humillo, fue el trato cortes respetuoso y condescendiente de estos militares. Sobre todo porque seguramente no puede olvidar que los oficiales a su mando y por lo tanto de su responsabilidad absoluta, intentaron borrar del mapa a los que estaban en La Casona aunque era sabido y notorio que el Presidente Pérez no se encontraba en ella y aún la pesar de ello se le respeto la vida
Esto, no lo soportó su frágil autoestima ya duramente golpeada por una inflación egocéntrica desmedida.
Pareciera también, que eso que le paso desde que estuvo escondido en el closet, hasta que salio de la Orchila, potencio su rabia narcisista que ahora se muestra siempre desproporcionada violenta y dispuesta a cobrar lo que asume como afrentas. Sin duda estas rabias pueden obnubilar la conciencia y a veces crear reacciones francamente psicóticas transitorias con características paranoicas.
Por ultimo pero no menos importante, eso que paso en el periodo de tiempo entre su escondite en el closet y su vuelta a Miraflores gracias a Baduel, generado por todas estas condiciones closetorchilisticas, el comandante libero sus amarras psíquicas de la envidia. Sentimiento que por definición, es el afecto predominante inconscientemente que determina que no puede haber nada grandioso ni superior a el mismo. No puede haber nada más valioso que el mismo.
Esta condición lo convirtió en un personaje altamente destructivo. Es decir, destruye todo lo bueno y valioso que exista, para que no haya nada que envidiar.
Algo paso entre el Closet y la Orchila, algo se quebró en su interior y eso lo estamos pagando, esperemos que no sea con una conflagración, de la que sin duda, nadie saldrá ganando.
Por eso AHORA la gente ya le esta cantando:”Se nos rompió el amor de tanto usarlo……”
Amanecerá y Veremos
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