Por Roberto Valdivia
Ciego de Ávila,(PD) En los últimos meses la prensa oficialista ha publicado varios artículos relacionados con la necesidad de fortalecer el sistema económico vigente, cuyo objetivo principal es salvar la revolución y el socialismo.
Las opiniones reflejadas en los medios van desde la idea de privatizar pequeñas empresas en algunos sectores de la economía ligadas a la alimentación y los servicios, la circulación de una sola moneda, lograr la eficiencia para garantizar las necesidades primarias y que cada cual rinda desde su puesto de trabajo y se sienta beneficiado en lo monetario.
Otros se aferran a la superioridad del socialismo sobre el capitalismo y hacen total resistencia a formulas de cambio. Y optan por los principios socialistas de distribución de cada cual según su capacidad y a cada cual según su trabajo, en la eliminación de comedores obreros, libreta de racionamiento, gratuidades y subsidios innecesarios considerados una carga para el Estado.
El objetivo fundamental de la cúpula gobernante es mantener la revolución y el socialismo, fórmula que les garantiza permanecer en el poder, la palabra “cambio” la han convertido en sinónimo de contrarrevolución, y continuar en tratar de hacerle creer al pueblo que ese sería regresar al pasado.
Con tal propósito, el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista, comenzó el año 2010 presentando imágenes de la isla de antes de 1959 bajo los títulos “Lo que no debemos olvidar”, “La Cuba de antes de 1959” y “Jamás defraudaremos a nuestro pueblo”.
La muestra, por solo citar algunos, fue: desalojos, tasa de desempleo, crímenes. Torturadores. Hasta una lista de las propiedades y riquezas del ex Presidente Fulgencio Batista forma parte de la trama para desviar la atención de los verdaderos problemas que agobian al pueblo.
Cuba, necesita un cambio que vaya más allá de los intereses políticos y personales de sus gobernantes. Se eliminen las fuentes de corrupción y enrequecimiento de sus dirigentes, predomine el respeto a los derechos humanos dentro de un marco de garantías individuales, economía de mercado y libre empresa, dentro de un estado de oportunidades limitado solamente por los intereses del pueblo.
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