martes, 6 de abril de 2010
Lluvias en Vargas revivieron el temor de un deslave
ND.- En el estado Vargas un aguacero que comenzó el domingo y arreció ayer lunes, de 9 a 12 de la mañana, sorprendió a vecinos y autoridades quienes revivieron el miedo de un deslave como el ocurrido en la tragedia de 1999. Las lluvias hicieron colapsar los drenajes de toda la entidad y algunas calles se llenaron de barro, piedras y otros desechos.
opinan los foristas
Así lo reseña El Nacional:
Las lluvias que cayeron ayer en las parroquias centrales de Vargas hicieron colapsar los drenajes de la calle Los Baños, en Maiquetía, y de la avenida Soublette, a la altura de Pariata, razón por la cual la gente revivió el temor que se hizo costumbre después de la tragedia de 1999 y la vaguada de 2005.
Dilcia Martínez vive en el sector El Rincón de Piedra Azul y cuenta que en esta temporada de sequía estuvo preocupada por las condiciones en que permanece el río Piedra Azul, repleto de maleza y de basura.
En efecto, sus miedos tenían sustento porque con el aguacero de ayer en la mañana los drenajes no se dieron abasto y algunas calles volvieron a llenarse de desechos sólidos y barro.
Juan Carlos Rodríguez, director de Protección Civil Municipal, explicó que los chaparrones comenzaron el domingo en la tarde con baja intensidad.
En la noche la lluvia se intensificó, pero no fue continua.
Entre las 9:00 am y las 12:00 m arreció el temporal y en ese momento se sintieron los efectos en la avenida.
“Hubo cierta restricción del tránsito porque las alcantarillas estaban anegadas, y tanto las lagunas como el cúmulo de basura dificultaban el paso de peatones y de vehículos. Una vez que escampó, retornó la normalidad”, aseguró Rodríguez.
En ríos y quebradas, como Macuto, El Cojo, Quebrada Seca, San Julián y Camurí Grande, aumentaron los caudales, pero sin llegar a representar amenaza. Residentes de las zonas aledañas mostraron su angustia porque este año no se hizo mantenimiento a los cauces.
En el mar, una mancha marrón alrededor de las desembocaduras de los ríos mostró la cantidad de sedimentos finos que fueron arrastrados por los cauces.
En parroquias como Urimare y Catia La Mar, el aguacero no fue tan fuerte pero el comportamiento de los ríos Tacagua, La Zorra y Mamo puso en evidencia que sí lo fue en las cabeceras.
Incendio. Lo bueno del temporal fue que ayudó a sofocar el incendio que durante seis días continuos acabó con la vegetación de cerca de 100 hectáreas en la parroquia Caruao. Aún así, funcionarios de Protección Civil Municipal y Bomberos de Vargas monitorean el sitio para evitar que algún foco pueda revivir las llamas.
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