Enviado por ei en Abril 5, 2010 – 19:10 pm.Emilio Ichikawa
La propaganda castrista ha podido cumplir su rol durante más de medio siglo gracias a varios factores. Uno de ellos es la clara comprensión del fenómeno propagandístico, a quien diferencian correctamente de áreas vecinas como el periodismo o la investigación social. La propaganda castrista, más allá de algunos capítulos cuestionables, ha sido técnicamente exitosa.
Para ello no ha tenido necesariamente que innovar; con frecuencia se ha montado en la tradición, lo que incluye el fichaje de algunos talentos “adversos”. La profesora Ariana Hernández-Reguant, por ejemplo, investigó sobre la curiosa continuidad que existe entre la publicidad comercial que maduró la República y la propaganda revolucionaria. Por su parte el profesor Antonio de la Cova ha estudiado la familiaridad entre la propaganda antiamericana de la prensa española a fines del siglo XIX, y el antiyanquismo que profesa la prensa castrista del momento.
En la web www.latinamericanstudies.org, que dirige el propio Dr. De la Cova, se puede observar una serie de caricaturas que ya contienen muchos tópicos de la propaganda del actual gobierno cubano: el trato ofensivo hacia los “gringos”, el triunfalismo, la valentía resistente, etc. A algunas no hay más que cambiarles el pie, para volverlas contemporáneas: “Cerdos imperialistas, no les tenemos absolutamente ningún miedo”.
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