Por Osmar Laffita Rojas
Capdevila, La Habana, 6 de mayo de 2010 (PD) Las informaciones que ha brindado la Comisión Nacional Electoral sobre los resultado de la votación realizada el 25 de abril, están llenos de incoherencias, inexactitudes, contradicciones, lo cual pone en tela de juicio los resultados oficiales que esa máxima instancia electoral, dio a conocer en la prensa oficial el 30 de abril. En ellos hay un incremento en todos los indicadores favorables y una disminución en aquellos que pueden catalogarse como negativos.
La información brindada por la prensa el lunes 26 señala que hasta las 5 de la tarde del 25 de abril, habían votado 8 094 419 electores de los 8 468 144 registrado en el padrón electoral, cuya confección llevó varios meses.
El domingo 18 de abril se realizó una prueba dinámica, para ajustar y verificar todos los mecanismos de las elecciones. Ana Mari Machado, Presidenta de la Comisión Electoral Nacional, calificó de satisfactorio este ensayo, un ejercicio clave para los comicios, en el que participaron mas de 250 000 personas entre autoridades electorales y personal de apoyo.
El 27 de abril la prensa oficial encabezó los titulares resaltando la elección de 12 986 delegados, pero publicó algo que resultó sospechoso. De repente aparecieron 200 mil electores por diversas situaciones que explican, lo que permitió llevar la cifra final de la votación a 8 205 994. Esto representó el 94,69% del total de votantes registrados y posibilitó sobrepasar en 29 903 los concurrentes a las urnas en los comicios del año 2006.
Los votos válidos fueron el 91% y las boletas en blancos y anuladas el 8,91%. La Comisión Electoral Nacional aclara, que cuando se termine de contabilizar los datos, los resultados finales, cuando se den a conocer, pueden que sufran modificaciones, mínimas, pero posibles, principalmente en el Registro de Electores, así como en otros indicadores. Enfatizó que por el momento, todas las informaciones son preliminares, pues la validación que se realiza lleva tiempo, sin especificar cuanto. Cuando concluya dicho proceso es que se oficializarán los reales datos de los comicios.
Algo que la prensa controlada por los moradores del bunker, silenció fue lo expresado por Rubén Rodríguez, vicepresidente de la Comisión Electoral Nacional, quien planteó que la asistencia a las urnas fue de un 71%, de los 8,4 millones con derecho al voto, lo que representa un abstencionismo de un 20%.
En las elecciones de 2006, según datos oficiales, ejercieron el derecho al voto el 90% de los electores.
La cifra de abstenciones, votos en blanco y anulados, indican la apatía, el desinterés y la acentuación de conductas surrealistas en aquellos que votaron por personas que no conocían y simplemente fueron a votar para no señalarse.
Para dar solución a este problema, los inquilinos del bunker recurrieron a su eficiente departamento de magia. Los taumaturgos ocupados de esta actividad, han dado muestra de su enorme capacidad de hacer milagros, con el en empleo de las variantes más renovadas de alquimia, brujería, ocultismo, superstición y hechicerías.
Estos nuevos cabalistas, se han convertido en los insustituibles asesores de los gerontócratas que gobiernan Cuba, ocupándose de orientarlos en todo lo relacionado con las cosas ocultas y el manejo a su favor de los números. Son capaces de desaparecer todo aquello que les resulte molesto con el recurso de sortilegios siempre dirigidos a tranquilizar a los ancianos gobernantes.
El ejemplo mas palpable de esos milagros lo tenemos en la información aparecida en la prensa el sábado 30 de abril, en que la Comisión Electoral Nacional, bajo esos influjos mágicos, informó que de la nueva lista actualizada por los magos, el total de electores es 8 562 270 y de ellos ejercieron el derecho al voto el 95,86%. De la votación efectuada, el 91,11% de boletas emitidas resultaron válidas, lo cual superó las expectativas que se habían fijado los moradores del bunker.
La presidenta de la Comisión Nacional Electoral, rebosante de alegría, bajo el influjo de la acción de los taumaturgos, planteó que la votación de 8 207 946 electores es el positivo resultado de unos comicios caracterizados por su calidad y transparencia, así como que la baja abstención es “una muestra del respaldo del pueblo al actual sistema político y una contundente respuesta a las campañas mediáticas que se han orquestado internacionalmente contra el gobierno y el pueblo cubano”.
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