viernes, 28 de mayo de 2010

EL TIEMPO Y EL COMUNISMO

Por Tania Díaz CastroPublicado Hoy

Santa Fe, La Habana, 27 de mayo de 2010, (PD) En nuestro planeta y seguramente en otros también, se utiliza el tiempo para todo: en la cocina, los aniversarios, para estudiar una carrera, en deportes, para el nacimiento, para la muerte. El hombre, como ser social, está pendiente y esclavo del tiempo. Lo puede aprovechar, perder, y perder…

Es por eso que, como vivo en Cuba, siempre me he preguntado por qué aquellos que insisten en construir el comunismo no acaban de decir en qué tiempo esto puede lograrse.

Llevo varios días indagando y resulta que ni Marx, Engels y mucho menos Lenin o Stalin, mencionaron jamás qué tiempo requiere el establecimiento de una sociedad comunista.

Pero como el que busca encuentra, ¡hallé al fin la respuesta a mi inquietud¡ En el libro Aclaraciones, compuesto de varios tomos y publicado por la Editora Política de Cuba, allá por 1964, se especifica que según el periódico Hoy -órgano del desaparecido Partido Socialista Popular, fundado por los marxistas cubanos en 1928- sólo bastarían veinte años para que se construyera el comunismo en nuestra Isla. Ni un año más ni un año menos. Veinte años exactos.


O sea, que según los analistas del periódico Hoy, en 1979 el gobierno de Fidel Castro tenía que haber logrado la distribución de los bienes de consumo según las necesidades de cada cubano y la supresión de la desigualdad social. En otras palabras, había que lograr la felicidad del pueblo y además, que nadie viviera mejor que otros.

Pero, ¿no será que el Periódico Hoy se refería a la construcción del Hospital Aimeijeiras, edificio de veinticuatro pisos situado en las calles habaneras San Lázaro y Belascoaín, que necesitó veinte años para su terminación?

A estas alturas, llegar a la conclusión de que las ideas comunistas están fuera de espacio y de tiempo no es lo correcto, sobre todo porque según opiniones, los comunistas adoran el tiempo que se recuerda, hablan del pasado, recuerdan y vuelven a recordar acciones por las que llegaron al poder.

También se dice que si algo gusta a los comunistas es ganar tiempo, hacer todo lo necesario para que el tiempo transcurra a favor suyo.

No se equivocan los que piensan así. De todas formas, creo sinceramente, que si de algo se burlan en sentido general los comunistas, es del tiempo. Se la pasan durante medio siglo hablando de lo mismo y entran al siglo siguiente asegurando a todos que pese al tiempo perdido, hay que dar nuevas instrucciones, como en el baloncesto.

En fin, señores, que para los comunistas, el tiempo que emplea la Tierra en su rotación en torno al sol, no tiene la menor importancia.

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