viernes, 28 de mayo de 2010

LA PANTERA DE ORIENTE


Por Carlos Ríos OteroPublicado Hoy

Santos Suárez, La Habana, 27 de mayo de 2010 (PD) Hace dos años sorprendí a la “Pantera de Oriente”, Félix Betancourt Estévez, mientras forrajeaba en la Plaza de Cuatro Caminos, un mercado de vegetales y productos cárnicos de la capital.

Recientemente encontré al famoso boxeador de las décadas de los 60 y los 70, en plena faena de recolectar rastrojos para mitigar su miseria, esta vez en el mercado de Colón, cerca de la Ciudad Deportiva, donde radica el Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER).


Betancourt tiene una miseria rampante, pero está en plena capacidad mental y física, siempre listo a charlar del deporte de los jabs y los ganchos.

“La época mía en el deporte fue la mejor, la llamada era del deporte revolucionario”, nos dice Betancourt con vehemencia, aunque un poco triste, tal vez por el olvido que sufre alguien que desde adolescente se dedicó con cuerpo y alma a lo que suponía era la razón de su vida.

Presencié su conversación con varios amigos, que averiguaban acerca de la gestión que realizó ante Cristian Jiménez, presidente del INDER. Betancourt dirigió una carta al Consejo de Estado, para reclamar un dinero que no le han aportado por derecho y reglamento que ha establecido el mismo INDER. Le deben abonar más de 5 mil CUC.

En pleno mercado, un tal Pepe Antonio le entrega un disco del documental KO Cuba, del año 2009, en que aparecen Betancourt y varios boxeadores más, donde cuentan sus desgracias y congojas. El documental fue realizado por la TV española y el Dr. Darsi Ferrer, un opositor que purga condena desde hace un año sin ser aún juzgado.


“Hace días trataba de localizarte para esta sorpresa”, le dice Pepe Antonio.

Con tristeza, Betancourt, le contesta: “Gracias pero no tengo TV y menos DVD”.

Al final, todos los amigos deciden asistir al hogar del “extraño anfitrión”, un hombre que pasa los 70 años, en la tarde del día 20, en El Cerro, para ver el documental de los boxeadores olvidados.

Los del agro acuerdan aportar a la tertulia y festejo del viejo campeón, carne, viandas y ensaladas. Alguien habló de ron para agasajar a La Pantera.

Un hombre que se identifica como “El Historiador”, recuerda la Copa Benito Juárez, un trofeo de oro, que nunca se le entregó en México 1968. “El Niño”, como solía nombrarlo Fidel Castro, declina hacer comentarios. ¿Para qué? Es sólo otro olvido del INDER. Y Félix Betancourt, otro campeón en la miseria.


Fotos: cortesía del autor

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