viernes, 4 de junio de 2010
EL REGUETÓN
Por Ramón Díaz-MarzoPublicado Hoy
Habana Vieja, La Habana,(PD) El cuerpo humano es una caja de resonancia según la sensibilidad. Únicamente la percibimos en nosotros a través de emociones personales o cuando otra persona nos lo demuestra con su arte. Es cierto que todos tenemos sensibilidad, pero al igual que la guitarra, el violín, la viola, el violoncelo, el contrabajo, la sensibilidad de cada cual tiene formas diferentes. Nuestro cuerpo, la caja de resonancia, está vinculada esencialmente con el alma universal a la cual todos estamos conectados, con menor o más fuerza.
Conozco a jóvenes con una primitiva sensibilidad. Su conciencia, ética, y desarrollo espiritual, sólo vibra con el reguetón. Quizás las nuevas generaciones han degenerado a una involución y mucho trabajo habrá que hacer, no sólo con los jóvenes cubanos, sino con los jóvenes en el resto de nuestro planeta para que estén aptos para sostener la antorcha humana del progreso.
Hay otros indicadores que nos servirían para apoyar la tesis de que las futuras generaciones se encuentran en malas condiciones, pero en estos momentos nos ocupamos del reguetón. Aclaramos nuestra confianza en jóvenes que, con reguetón o sin reguetón, sabrán dirigir la futura nave del gobierno del mundo hacia buen puerto. Pero continuemos con el artículo.
Los músicos cubanos entrevistados opinan que el reguetón es de mal gusto. Plantean que nació con un defecto: ausencia de armonía. Al indagar sobre la armonía me dicen que el reguetón sólo dispone de una base rítmica. Cuando pregunto qué es una base rítmica, me responden: percusión.
También me explican que el reguetón surgió entre los pandilleros de Puerto Rico y rápidamente se extendió por el Caribe. Cuando llega a Cuba, por las provincias orientales, es utilizado para expresar mensajes negativos y positivos, referidos a temas humanos universales.
Pero el paso del reguetón por Cuba es interpretado por algunos practicantes del género (como son los casos de Baby Lores, quien tuvo una exitosa gira en los EEUU, y Alexander y Yico Forever, conocidos como Gente de Zona quienes también obtuvieron éxitos en Europa) que lo fusionan incorporándole metales y cuerdas. A partir de esta refundación del reguetón en Cuba la base rítmica inicial es enriquecida con una armonía que en sus orígenes nunca tuvo. Incluso, algunos expertos, que prefirieron mantenerse en el anonimato, consideran que el reguetón cubano, a partir de esta refundación se convierte en un producto mejor terminado.
Por estar realmente atrapados y dependientes de un cubículo de la historia, no sabemos si el reguetón, con armonía o sin armonía, trascenderá su tiempo como ocurrió con el tango, también nacido en la marginalidad de los arrabales argentinos, ya convertido en un clásico.
No obstante, nuestra opinión personal sobre el reguetón es que se trata de una respuesta generacional donde la vulgaridad no sólo es evidente, sino su razón de ser como modo de “agresión”.
Aquí en la Habana, a jóvenes que conocemos amantes del reguetón (que no son todos), le hemos observado una pobre comprensión del mundo, por no decir que el futuro de la Humanidad les importa un bledo; un insuficiente desarrollo de la conciencia entre el Bien y el Mal; una falta de armonía en la personalidad.
Y armonía, en música, es la combinación de notas que se emiten simultáneamente. El término armonía se emplea tanto en el sentido general de un conjunto de notas o sonidos que suenan al mismo tiempo, como en el de la sucesión de estos conjuntos de sonidos.
Cuando dos o más notas aparecen al mismo tiempo en cualquier composición musical, se produce un tipo característico de armonía: en la intersección de las melodías simultáneas de una fuga o en una melodía a la que acompaña un determinado contrapunto; en los acordes a la guitarra que acompañan una canción popular; en los bloques de sorprendentes acordes de la armónica que se tocan junto a la melodía en la música japonesa del gagaku; y en los sonidos prolongados o insistentemente repetidos (llamados pedales) que sirven de base a géneros tan diversos como la música de gaitas de Escocia o la música clásica de la India. Sin embargo, es en Occidente, especialmente en el periodo posterior al renacimiento, donde la armonía asume un papel central en la estructura y expresión.
Más volviendo a la caja de resonancia del cuerpo humano, este recibe un estímulo, forma de interacción entre el ser vivo y el medio, y es el agente y condición o energía capaz de provocar una respuesta en nuestra metafórica caja de resonancia.
En el campo de la psicología, los estímulos están unidos al proceso de aprendizaje, ya que a través de ellos se desencadenan conductas específicas. La disminución o desaparición de una respuesta ante un determinado estímulo es la forma más elemental de aprendizaje. Todo estímulo requiere de una intensidad para poder ser percibido. Existen seis clases: mecánicos, térmicos, ópticos, acústicos, químicos y eléctricos. Debido a que afectan a los órganos sensoriales, presentan una gran variedad de formas.
En psicología social, es cualquier fenómeno cuya presencia provoca en el organismo una reacción diferente a la que provocaría en su ausencia. En sociología se habla de “estímulos sociales” como aquellos que generan una respuesta en el individuo.
¿Podríamos hablar de una sensibilidad generacional? Sensibilidad (del latín sensibilem, ‘sensible’), facultad de un ser vivo de percibir estímulos externos e internos a través de los sentidos. En fisiología, es la función del sistema nervioso que permite detectar a través de los órganos sensoriales las variaciones físicas o químicas que provienen del interior del individuo o de su medio externo.
Esperemos que el reguetón no sea la avenida futura que elijan las nuevas generaciones y afecte la gran tradición de los géneros clásicos que nos han antecedido. Eso sí, no hay que hacerle la guerra al reguetón desde estructuras de Poder. Si el género reguetón es efímero, él sólo desaparecerá, sin presiones y sin convertirlo en algo prohibido, lo que lo haría atractivo. La libertad de expresión cultural es esencial en estas encrucijadas de la historia.
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