viernes, 23 de julio de 2010

EL MISTERIO DEL ARROZ DESAPARECIDO

Publicado para hoy 24 de julio


Por Gladys Linares

Lawton, La Habana,(PD) La escasez de alimentos, en mayor o menor grado, ha sido una de las dificultades que ha afrontado la familia cubana a través de medio siglo de dictadura castrista.

A pesar de que la propaganda en la prensa oficialista habla desde hace años de amplios planes para incrementar la cría de ganado y la producción de arroz, frijoles, viandas y vegetales, la realidad es otra. Estos productos básicos en la alimentación de cada hogar cubano desaparecieron como por arte de magia.

Actualmente, en algunos agromercados y puntos de venta estatales se ponen a la venta de forma esporádica uno o dos sacos de frijoles a $ 6,50 la libra, y alguno de arroz de mala calidad a $ 3,50 la libra. Por desgracia, esta práctica no es estable ni suficiente para satisfacer las necesidades de la población.

Es tal la escasez, que cuando se encuentran amigos y conocidos, con frecuencia la conversación gira alrededor de estos alimentos. A veces, sin conocerse, hay quienes se preguntan unos a otros en las calles, pero el arroz y los frijoles siguen perdidos, aún en los mercados de oferta y demanda, donde se cotizan a doce pesos la libra.

“He hecho un recorrido por varias bodegas, y no encuentro chícharos por ninguna parte y cuando aparecen están llenos de gorgojos, igual que la harina de maíz”, me comentó un anciano.

En las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) se ofertaban hasta hace poco paquetes de frijoles negros y colorados a 1,75 y 2 dólares el kilogramo, respectivamente. Por cierto que no eran pocos los que decían que estaban viejos y duros. Sin embargo, la bolsa negra ha sido hasta el momento la fuente más estable en la venta de estos granos.

Las papas, por otra parte, también han desaparecido del mercado, ahora que serían una buena opción para suplir la falta de arroz, que no aparece ni en los centros espirituales, como decimos en Cuba. Antes de 1959 nunca faltó esta vianda en la mesa cubana.

Hemos pasado ya veinte años en el período especial, que comenzó con la caída del campo socialista, y hoy la falta de alimentos ha alcanzado niveles tan altos que al gobierno se le hace imposible ocultarlo al mundo. Se reciben múltiples donaciones de otros países, que sin embargo no llegan al pueblo.

La realidad es que las dificultades para conseguir comida son muchas, y es por ello que miles miles de cubanos deambulan por las calles, ajenos a todo lo demás.

Poco se habla de las apariciones de Fidel Castro en lugares públicos, y sí mucho de la escasez. La gran mayoría de los cubanos recibiríamos con mayor agrado la aparición del arroz, los frijoles, la carne y la leche en los mercados, y con un precio asequible al pobre bolsillo del pueblo. Pero para resolver este problema, no es con una varita mágica que la tierra producirá lo necesario para comer.

primaveradigital@gmail.com

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