Publicado para hoy 10 de julio
Por Luis Felipe Rojas Rosabal
San Germán, Holguín,(PD) Los congresos, asambleas, encuentros de intercambio fraterno, las marchas más sonadas, así como las sedes de nuevos proyectos alternativos de la naciente sociedad civil cubana, tienen su asiento en La Habana.
Y no está mal, cómo podría ser. Escribo desde la perspectiva de quien traduce para los demás. Es esta la preocupación de otros que ahora hago mía. Entiendo las razones sociodemográficas como para que los acontecimientos más importante de una nación ocurran allí, donde confluye la savia de uno y otro lugar del país.
Lo que preocupa no es que surja desde la capital cada motivación social hacia el cambio sino que se torne en la verticalidad que hemos arrastrado por medio siglo.
Excepciones como la Coalición Central Opositora (de reciente creación), el Movimiento Independiente Opción Alternativa (MIOA), la Unidad Opositora Camagüeyana, Alianza Democrática Oriental (ADO) y el Movimiento Cubano de Jóvenes por la Democracia (MCJD), y muy pocas más, son la demostración de
un movimiento disidente que creció hacia dentro, que no ha dependido de
sus padres ideológicos organizativos habaneros para echar a andar.
Partidos políticos y movimientos disidentes tradicionales hicieron desde su nido en La Habana una estructura que ramificó subsedes en provincias y municipios… como se hace en todo el mundo. Las visitas continuas a las sedes diplomáticas, las pocas oportunidades de acceso a Internet gratuito y la interacción con visitantes extranjeros de renombre son ya un virus que difícilmente podamos apartar de la geografía occidental de la isla.
Asimismo sucede a cuanta acción contestataria se le quiera dar relevancia. De no estar la prensa acreditada alrededor del suceso, todo pasa por el más infeliz de los anonimatos.
El hecho mismo de encontrarnos en la época en que con un clic al mouse de la computadora tenemos a nuestros pies una buena comunidad de lectores, hace que los organizadores de las acciones pacíficas sopesen de antemano la orfandad o el apoyo mediático que van a tener. Si lo haces en la capital, saldrás al menos en algunas páginas del ciberespacio; si al centro u oriente de la isla, tu voz se la lleva el diablo.
¿Que venden los que venden? ¿Qué buscan los que buscan? Estas preguntas parecen estárselas haciendo quienes desde la mitad del país hacia atrás, ven promocionar a través de las más sofisticadas vías de comunicación (web site, blog, twitter) las cabezas salientes de cuanto se hace y se piensa en Cuba, pero casi siempre desde ‘la capital de todos los cubanos’.
Casi exclusivamente en el caso de la represión es donde parecen confluir la mayoría de los que miran hacia el interior del país. Ante encarcelamientos y detenciones arbitrarias, los hilos de la comunicación se mueven a velocidad y concatenación inusitadas. Ese debiera ser un ejemplo a seguir en la amplia red alternativa.
Las visitas a provincia de los más prominentes demócratas cubanos, el desplazamiento de eventos de envergadura dentro de la resistencia cívica hacia lugares menos promocionados y la implementación de mecanismos de información y divulgación desde estas selvas vírgenes pudieran ser metas urgentes a alcanzar en el espectro de la disidencia interna.
alambradas@gmail.com
Fotos: cortesía de Vladimiro Roca
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