sábado, 11 de septiembre de 2010

Esta semana en Washington


(Martí Noticias, D. Molineaux) - En esta semana los norteamericanos han seguido preocupados por la economía y oyendo todo tipo de mensajes de ambos partidos, que tratan de aprovechar la preocupación general con fines electorales en el próximo noviembre.

El momento más señalado fue la conferencia del presidente Obama este viernes desde la Casa Blanca, donde insistió en la necesidad de tomar medidas tanto para reducir en lo posible la deuda pública del país, como para estimular la economía.

Para la deuda, Obama quiere aumentar los impuestos de familias que ganan más de 250 mil dólares anuales y, para estimular la economía, quiere dar por el contrario descuentos fiscales a las empresas y mantener los recortes de impuestos del presidente Bush a las personas de ingresos bajos. Sin embargo, acusa a los republicanos de impedirselo, pues bloquean las propuestas para ayudar a las empresas y apelo repetidamente durante su conferencia de prensa a que permitan que se pongan en práctica estos recortes.

La situación económica tiene la natural importancia para Estados Unidos y el resto del mundo debido a la fuerte crisis de hace más de dos años de la que todavía no se han recuperado, pero en estos momentos adquiere una relevancia especial a causa de las elecciones de noviembre, pues las encuestas indican una importante pérdida de confianza del pueblo norteamericano en el presidente Obama, quien no se presenta a ahora, pero influye en los legisladores de su partido, hasta el punto que en estos momentos prácticamente todos los expertos coinciden en vaticinar que los republicanos tomarán control de la Cámara de Representantes y no descartan, a pesar de lo difícil que sería, que también ganen la mayoría en el Senado, pues la historia da un precedente casi obligado, de que el Senado se ha sumado habitualmente a la Cámara cuando ha habido un cambio de mayoría.

De ser así, el presidente Obama, que ha gobernado con una mayoría de su partido en las dos cámaras durante dos años, se encontrará frente a un congreso de oposición, algo que no ha de ser necesariamente perjudicial para su carrera política, pues exactamente eso le ocurrió al presidente Bill Clinton en 1994, y consiguió ser reelegido y gozó de enorme popularidad.

La otra cuestión que siguió reteniendo la atención del país es la amenaza terrorista proveniente de algunos sectores del mundo islámico, en parte por la polémica en torno al pastor protestante decidido a quemar públicamente ejemplares del Corán por considerarlo el Islam una religión maldita, y en parte también por un informe que advierte del riesgo de extremismo generado dentro de Estados Unidos.

Finalmente, las probabilidades de paz del Medio Oriente siguen en todos los debates, después de la conferencia convocada la semana pasada en Washington y ante la poca evidencia de que palestinos e israelíes se hallen más cerca de una solución que garantice la paz entre dos estados soberanos y vecinos.

El presidente Obama dedicó una conferencia a hablar de la situación económica en Estados Unidos y para insistir en la necesidad de hallar fórmulas de crecimiento económico. Dijo que la situación ha mejorado pero que la población esta disgustada porque el progreso es insuficiente

Acuso a los republicanos de convertir a la clase media en rehenes de una política que solo favorece a los mas pudientes y que en su opinión, puede costar a la economía 750 mil millones de dólares en los próximos 10 años.

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