viernes, 3 de septiembre de 2010

HOMENAJE AL COCO

PUBLICADO PARA HOY 4 DE SEPTIEMBRE


Por Frank Correa



Ahí viene el Coco.

La oscuridad, la luz, la gloria

se disputan lugar

en su huelga de hambre

por un día,

diez días, cien días…

Un hombre se diseca lentamente.

Espanta el bocado.

El agua huye.

¡Ahí viene el Coco!

Su delgadez, su rostro.

¡Viene el Coco!

La redondez del mundo

aludida

con la proclive llegada de la muerte.

El general se aprieta los galones.

El cardenal se arregla la sotana.

El canciller salta en la cuerda del equilibrista.

El comandante se repara, sale.

Porque al niño que a través de los siglos grita:

¡Viene!

una vez desoyeron.

El Coco lee la Biblia.

Contesta el teléfono. Despide aviones.

Sigue muriendo.

Aunque la herrumbre en los barrotes sea más negra

encerrar al Coco es imposible,

va de siglo en siglo

en muchos hombres,

buscando por necesidad la muerte.

Pero el mundo

da todas sus vueltas,

obliga al Coco a acercarse tanto

que la roza.

Acaricia sus grietas. La posee.

Casi al final la muerte despierta,

corre cuando el niño grita:

¡Ahí viene!

Tiembla cuando piensa

que alguna vez no faltará a la cita,

huye ante las inmensas ganas

que trae el Coco por acometerla.

Otra vez investirla. Y preñarla.

¡Viene!

El general, el cardenal, el canciller,

la redondez del mundo

escucha el grito de advertencia,

por la posible llegada de la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario