Por: Eduardo E. Rodríguez Candelario
Poema dedicado a todos mis hermanos y hermanas disidentes, dentro y fuera de Cuba, que luchan por su libertad y democracia. Mil bendiciones y abrazos les deseo siempre.
Como un Mantarraya quisiera ser,
para surcar los mares con placer,
al igual que el navegante poder trazar,
con libertad, sin ataduras, lograr aclarar,
los misterios lejanos, motivado por la voluntad de escudriñar.
Las costas quiero observar,
sin temer al hambre y el vallar,
que me impidan volver a salpar, con rumbo fijo,
hacia horizontes libres que yo pueda alcanzar.
De donde vengo no puedo expresar,
el mar de errores que me puede acarrear,
mi espíritu de aventurero y de soñador,
el deseo de ser libre como el navegador.
Libre soy para donde voy,
como el mantarraya estoy,
buscando hoy la paz y la serenidad,
que sólo un mar apacible puede ofrendar,
con toda su gloria y majestuosidad.
Que Dios bendiga a Cuba
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