Por: Eduardo E. Rodríguez Candelario
Dedicado a los Hermanos al Rescate, que murieron asesinados por el régimen vil y cobarde de los hermanos Castro.
Un día el cielo quisiera alcanzar,
empulsarme con mis alas para poder observar,
aquel confín luciente de un bello refulgenciar,
para poder participar de aquel coplar angelicar.
Para todo dador de bondad y hermandad,
con un sentir mayor de amabilidad y ecuanimidad,
para Dios no hay mayor generosidad,
que la de entregar la vida por la humanidad.
Justicia y libertad eran los objetivos de tanta valentía,
para darle esperanzas y un porvenir a todo aquel,
que con tanto recelo cruzan, una vía incierto y vacía,
que ha cobrado con tanto fervor,
un ente imperioso, maldito, de odio y indignidad.
Que Dios bendiga a Cuba
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