lunes, 25 de octubre de 2010
HOY EN EL CALENDARIO CUBANO, 26 DE OCTUBRE
En Jagüey Grande, Cuba
• Santos católicos que celebran su día el 26 de octubre:
- En el Almanaque Cubano de 1921:
Santos Evaristo, papa, y Marciano, mártires
- En el Almanaque Campesino de 1946:
Santos Evaristo, papa, Felicísimo, Luciano y Marcia, mártires
• Natalicios cubanos:
Hernández Pablo: -Nació en La Habana el 26 de octubre de 1843 y murió en la misma el 19 de septiembre de 1919. Vida larga y fecunda de patriota y de poeta. Escribió: “Idilios”, “Primaverales” (versos), “Pongan pleito”, “Comunión”, “La verdad de lo que pasa”, “Sueños de ángel” (teatro).
El 26 de octubre en la Historia de Cuba
• 1895 -
- La Invasión Libertadora en Oriente: Se encuentra en Sabanilla (distrito de Holguín), en total 5 leguas recorridas.
• 1843 -
- Gobierno de Leopoldo O'Donnell - Muerte de Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido) .
Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 605-606 nos describe los acontecimientos del 26 de octubre de 1843 en la Historia de Cuba:
“El general Leopoldo O'Donnell asumió el mando de Cuba el 26 de octubre de 1843. Entonces quedó decretada la renovación de los procedimientos despóticos de Miguel Tacón. Quienes habían gobernado la Isla entre éste y aquél, sin ser cabales agentes de justicia y rectitud, no se entregaron nunca al genero de extralimitaciones que constituyó el sello distintivo de los períodos de uno y otro, de Tacón y O'Donnell. Pero O'Donnell demostró desde luego que era en Cuba un servidor acérrimo de la arbitrariedad. El cielo político de la Colonia de nuevo se nubló, como anunciando la proximidad de algo sobrenatural para desdicha de todos.
“Mal podía avenirse el general Leopoldo O'Donnell con ideas y aspiraciones progresistas. Su temperamento, su condición de militar autoritario y engreído y los designios que lo acompañaron al venir a Cuba integraban un arquetipo de tiranos. No se dieron cuenta de ello, seguramente, los hombres bien intencionados que en Matanzas concibieron el proyecto de dirigir a la suprema autoridad de la Isla un memorial expresivo de la necesidad de suprimir la trata negrera, medida precursora de la abolición de la esclavitud. Pensaban que el sosiego y el bienestar del país demandaba tamaña solución, y, enamorados de su nobilísimo propósito, no se fijaron en la contextura política y moral de aquel a quien iban a exponer el pensamiento acariciado.
“"Los patriotas -escribió Enrique Collazo- habían conseguido que la exposición fuese también firmada por el gobernador de Matanzas. De acuerdo este con el Capitán General, que supo el proyecto, hizo que por el Gobernador no se le diera curso a la exposición, y, dándole carácter político al hecho, resolvió aplicar a los promoventes de la exposición ligeras prisiones como medida general, desterrando a países extranjeros a los más caracterizados, como a los hermanos Guiteras y a Benigno Gener, que eran las personas más notables que figuraban al frente de los abolicionistas que firmaban la exposición."
“El principio de las arbitrariedades de O'Donnell en Cuba estuvo en aquellas providencias. Ya no hubo sino una serie no interrumpida de desmanes. La muerte de Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido) y la persecución que enderezó contra José de la Luz y Caballero fueron consecuencias naturales de su manera de ser y de ver los negocios públicos. En su tiempo corrió a raudales la sangre cubana so pretexto de posibles perturbaciones de la paz por enemigos de la "raza blanca y amigos de la independencia.”
Rosalía García Osuna
en Patriotas Cubanas
por la Dra. Vicentina Elsa Rodríguez de Cuesta
Rosalía García Osuna vino al mundo en la provincia de la Habana.
Casada muy joven con Antonio Lamas, fue madre ejemplar de cinco hijos que entregó gustosa a la causa de la independencia.
Dos de ellos no regresaron jamás al hogar paterno. Este golpe duro, lejos de aminorar la llama de la redención que ardía en “Chalía”, sirvió para acrecentarla cada día más.
Dedicada desde su juventud a la noble tarea del magisterio, sembraba el saber en los cerebros infantiles y al mismo tiempo depositaba la simiente del honor y el patriotismo en los corazones juveniles.
A esos empeños consagró todas sus energías. Los atropellos de que fue víctima fueron innumerables; grandes sus sufrimientos por la causa de la Patria. Pero grande era también el deber de los patriotas y lo cumplió sin vacilar como madre, como educadora y como cubana.
Contaba 64 años en 1897, cuando los esbirros del gobierno español hollaron su hogar en Guanabacoa, la Villa de Pepe Antonio, lugar de su residencia.
Cuéntase que postrada, casi inválida por dolencia tenaz, mantuvo a raya a los insolentes, imponiéndoles su superioridad moral. La condujeron a la Jefatura de la Policía de la Habana y después fue encerrada en la “Real Casa de Recogidas”, antro inmundo, con lo que se pretendía humillar a las conspiradoras en nuestra última lucha de independencia.
Pasado algún tiempo fue deportada a Key West, donde continuó laborando por la libertad de Cuba.
Logró ver a edad bastante avanzada el desenvolvimiento feliz de la naciente República y entregó su alma al Creador, rodeada del afecto de los suyos y recibiendo al dejar de existir, los honores dedicados a los veteranos de nuestra independencia.
Sus restos mortales, cubiertos por la bandera cuya independencia soñara tantas veces, reposan en tierra cubana, para orgullo nuestro y para estímulo de las nuevas generaciones, mantenedoras de nuestros principios de libertad.
POR: GUIJE CUBA
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