miércoles, 27 de octubre de 2010

HOY EN EL CALENDARIO CUBANO, 28 DE OCTUBRE


Mono en Santiago de Cuba
El Mono Viejo o Blanco en las postalitas del Zoológico
Los Monos Americanos en los Primates


• Santos católicos que celebran su día el 28 de Octubre:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

Santos Simón y Judas Tadeo, apóstoles y Santas Anastasia y Cirila, vírgenes

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Santos Simón y Judas Tadeo, apóstoles y Santas Anastasia y Cirila, vírgenes



• Natalicios cubanos:

Villaverde, Cirilo: -Nació en San Diego de Núñez el 28 de octubre de 1812 y falleció en Nueva York el 24 de igual mes de 1894. Escritor y novelista y eminente revolucionario que consagró su vida entera a la libertad de Cuba.



El 28 de Octubre en la Historia de Cuba

• 1896 -

- Calixto García héroe de Guáimaro.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 609-610 nos describe los acontecimientos del 28 de Octubre de 1896 en la Historia de Cuba:

“Tras duras marchas, realizadas en el curso del mes de septiembre de 1896, el mayor general Calixto García se encontró en las inmediaciones de Guáimaro con el valiosísimo convoy de armas y municiones que el coronel Rafael M. Portuondo había desembarcado en Baconao. La empresa de sacar tales pertrechos de los montes de Ramón de las Yaguas y transportarlos a Camagüey, encomendada por Máximo Gómez a Calixto García, resultó ardua. Pero la abnegación de los libertadores orientales bastó para dar cima al difícil apresto. La casualidad o la causalidad, que a ésta y no a aquélla pudo atribuir el efecto cualquier lógico, quiso que simultáneamente Antonio Maceo y Calixto García, el primero en Vuelta Abajo y el segundo en Oriente, consumasen empeños idénticos y de igual modo gloriosos para la Revolución.

“García no había marchado por un azar hacia Guáimaro. El histórico pueblo, cuna de la República de Cuba, era a la sazón bien atrincherada plaza de los españoles. Con ocho fuertes, entre los que sobresalía el nombrado Gonfau, unidos por alambradas y fosos, en su perímetro, y con una alta torre levantada en su centro para dominar un dilatado territorio, constituía Guáimaro una posición cuya conquista por las armas cubanas entrañaba importancia excepcional para la causa de la libertad. Así lo comprendió el Generalísimo, y, desatendiendo las razones que en contrario se le expusieron, ordenó al general García que, luego de conducir el convoy en la forma dispuesta, atacase a Guáimaro.

“Todo estuvo dispuesto para la ofensiva insurrecta. Los elementos de combate con que contaba Calixto García eran cuantiosos. Poseía el cañón Cayo Hueso, el mayor de cuantos habían llegado de la emigración cubana. Las seiscientas cajas de parque de la expedición de Portuondo contenían más de medio millón de tiros. Con pertrechos de esa naturaleza y con lugartenientes como los generales Capote, Cebreco y Collazo, comenzó el general García el cerco de Guáimaro el 17 de octubre de 1896. La guarnición de Guáimaro, unos doscientos hombres de línea al mando del capitán José Rosario Báez, aguardó el ataque con arrogancia y denuedo extraordinarios.

“El general Calixto García, fiel a la consigna recibida del general Máximo Gómez, dictó acertadas órdenes. Usó de la artillería, aprovechando los servicios de varios norteamericanos diestros en el manejo de la hermosa pieza recién llegada. Al tercer día del asedio y en su deseo de hacerse sentir con ímpetu sobre el enemigo, el General dispuso que el coronel Mario G. Menocal, con cincuenta hombres de Holguín, asaltase el fuerte Gonfau. Entonces se desarrolló a la vista de unos y otros, de cubanos y españoles, un acto de arrojo inaudito, destacándose un nuevo héroe: el joven e intrépido Luis Rodolfo Miranda, enfrentándose al peligro y exponiendo su vida, fue el primero en subir al reducto y enarbolar la bandera de la estrella solitaria. Se inició con aquello el triunfo de las armas insurrectas. La línea fue sostenida por los sitiadores admirablemente, y semana y media después de comenzado el cerco, el 28 de octubre de 1896, la rendición del pueblo al general Calixto García valió a este, con toda justicia, el título de héroe de Guáimaro. Calixto García comunicó a Máximo Gómez la fausta noticia en estos términos:

“"Tomé a Guáimaro. Acaba de rendirse el cuartel, después de haberlo hecho ayer y hoy todos los fuertes.

“"A usted se debe el triunfo, porque me aseguraba que se tomaba y yo no lo creía.

“"Gracias por la gloria que le debo.

“"Venga para abrazarlo."”

• 1895 -

- La Invasión Libertadora en Oriente: Se encuentra en Pestán (distrito de Holguín).




Angela González Tort
en Patriotas Cubanas
por la Dra. Vicentina Elsa Rodríguez de Cuesta


Angela González Tort nació en el barrio de Fray Benito, municipio de Gibara, en la provincia de Oriente.

Tenía 16 años cuando en el 1895 se lanzó heroicamente a la manigua insurrecta a combatir por la independencia de Cuba.

El Coronel Remigio Marrero la nombró abanderada y ya desde ese momento puede considerarse que la tricolor enseña de la estrella solitaria fue su túnica durante el resto de su vida y su digno sudario cuando la muerte cerró para siempre sus inmensos ojos.

Fue combatiente activa, abanderada y enfermera, desempeñando todas estas misiones con brío sereno y con valor innegable.

Contrajo matrimonio en la manigua, siendo al poco tiempo hecho prisionero su esposo por los enemigos.

Angela González se impuso desde ese momento la misión de salvarlo de la muerte segura ante el piquete del fusilamiento.

La esposa del General March, Jefe Militar entonces del Distrito de Holguín, mucho la ayudó en su humana petición. Tras muchas penalidades consigue que el General Blanco indulte al prisionero sin compromiso alguno en que el honor de ambos pudiera quedar entredicho y los dos marchan de nuevo a combatir por la independencia de la Patria en el mismo lugar de donde salieron el día aciago donde el compañero de su vida fuera capturado.

Inmediatamente Angela reanudo sus deberes abandonados un tiempo, y puede asegurarse que no falló ni flaqueó nunca ante el combate.

Su hoja de servicios a la República mambisa es de una ejecutoria brillante y de una conducta sin reproches de ninguna clase.

Fue madre varias veces en los campos de la redención, sin que sus deberes maternales, le hicieran desistir de sus propósitos heroicos. Soportó enfermedades, miserias, hambres. Paso noches enteras a la intemperie, sin tener en ocasiones ni con que cubrir sus carnes laceradas por los rigores de la contienda bélica.

Vio morir de fiebres malignas a algunos de sus hijos, criados en los mismos campos de batalla; en sus brazos exhaló el último suspiro el compañero de su vida herido por el plomo de los opresores en reñidísimo combate. Pero nada de esto aminoró en Angelita su deseo vehemente de ayudar con su esfuerzo a la libertad de Cuba.

La heroína de tantos episodios de honor y de dolor, alcanzó al fin la libertad tan caramente conquistada, y vivió tranquila en su Gibara natal, sin honores ni riquezas hasta hace relativamente pocos años en que dejo de existir, un 24 de Febrero del año 1946, cuando se cumplían exactamente cincuenta y un años del inicio de la última de nuestras guerras, donde ella amo, sufrió y luchó.




POR: GUIJE CUBA

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