jueves, 7 de octubre de 2010

UN PARASITO DEVASTADOR



Por: Eduardo E. Rodríguez


Según Wikipedia y otras fuentes de información, se presenta al ambientalista Alberto de Jesus Mercado, alias Tito Kayak, como un especie de combatiente por la paz y bienestar de Puerto Rico. Es cierto que también mencionan varios de sus arrestos, pero se describe de cierto modo como si las acciones tomadas en su contra fueran una especie de desafuero.

La poca información y, por lo que he visto en los medios televisivos, a través de los años, me ha hecho llegar a la conclusión de que éste, electricista de profesión, no es tan venerable como se le quiere exteriorizar. Lo que yo percibo es un individuo cuestionable, de ultra izquierda, abusador y oportunista; que sólo tiene el fín de destruir lo que sea con tal de imponer, a su antojo, su tipo de ideología; sin importar las consecuencias negativas que puede conllevar sus actividades para Puerto Rico. Actitud similar que demostró Fidel Castro y, que sumió a Cuba en la trajedia y miseria que todos ya conocemos.

En fín una persona con un caracter preponderante y caprichoso, quien quiere usar los medios noticiosos para alterar y crear controvercia con el propósito de confundir al pueblo sobre unas intenciones que no son las reales.

Que el tribunal le haya aprobado una orden, dándole permiso, para que éste bandido derrumbe una pared, como si él fuera la ley, le da motivo a uno a crear duda sobre cuales son las debidas acciones para imponer tales disposiciones.

Para acabar de completar, constantemente, le acompaña un grupo de revoltosos; que incluyen profesores, abogados y médicos, que no tienen otra misión que la de crear chaos, incertidumbre y pánico entre los ciudadanos respetuosos de la ley y el orden. Dando la idea de que el pueblo entero está en rebeldía contra las autoridades.

El gobernador quiere crear una ley para poner fín a éstas manifestaciones desmedidos y crecientes por parte de la clase ultra izquierda de Puerto Rico. Bastante falta hace que se produzca una ley que detengan el empeño destructivo que tiene Tito Kayak y sus compinches.

Estos hostosianos falsos, que no tienen nada de similar a lo que fue Eugenio María de Hostos, denuncian constantemente abusos en todos los países donde la libertad y democracia es la estructura política establecida por una mayoría. Pero que raro que nunca denuncian los atropellos y violaciones, de los derechos humanos, que se produce en las naciones totalitarios como por ejemplo; Irak, Corea del Norte, Venezuela y Cuba.



El mundo libre y democrático no merece la intranquilidad, destructiva, que los comunistas quieren instituir.

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