Por Ramón Díaz-Marzo
Son más las obras humanas creadas contra la oscuridad del mal que los males provocados por la falta de información espiritual del hombre al cual veo, frente al horizonte por llegar del futuro, como un niño.
Escuchar el Concierto para piano y orquesta #2 de Serguéi Vasílievich Rachmaninov (1873-1943), compositor, pianista y director ruso, uno de los intérpretes más brillantes del siglo XX, cuyas composiciones están consideradas como la última expresión musical del romanticismo, nos demuestra cuán grande es el alma de los hombres.
Todas las guerras del mundo, el fin del mundo, no podrán destruir tanta grandeza, aunque con la muerte, la memoria de un mundo que supo ser grandioso, desaparezca.
Dios no permitirá que tanta belleza sea olvidada. Le haremos trampa a la muerte, a la nada, y recordaremos nuestro amor infinito salido del corazón y la mente dado por el creador, y ante Dios, el hombre demostrará que si fue un ángel caído, al menos intentó recomponer sus alas y volar sobre los territorios de la oscuridad y siquiera intentar hacerse sentir ante los dioses con su arte.
La raza humana es grande, valiente, digna, heroica, magnífica, a pesar de sus miserias. ¡Que vivan los hombres, ahora y por siempre, para gloria del gran misterio de sus propias vidas!
ramon595@correodecuba.cu
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