viernes, 12 de noviembre de 2010
Réquiem por una vieja libreta
La libreta de abastecimientos se creó en 1963.
(Martí Noticias, 12/11/10) - La anunciada eliminación de la polémica libreta de abastecimientos tiene a los cubanos deshojando la margarita, entre el sí y el no. Tras casi medio siglo de vigencia, la relación consumidores-racionamiento se ha convertido prácticamente en el tema de un tradicional bolero, que es un clásico de la música cubana: "Te odio, y sin embargo te quiero".
Para los cubanos de bajos ingresos, los jubilados y quienes viven de la seguridad social, la eliminación de la libreta de abastecimientos, que garantiza una mínima canasta básica de subsistencia, supone la incertidumbre de enfrentar con unos cuantos pesos en el bolsillo mercados agropecuarios desabastecidos a precios inalcanzables, y ni soñar con los comercios mejor provistos pero que venden sólo en moneda convertible.
En esta situación se encuentran 2,5 millones de cubanos que, según las más recientes cifras divulgadas por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba, reciben una pensión media de 235 pesos, en moneda nacional. Los pesos no alcanzan cuando han subido los precios y el costo de los servicios, en particular la electricidad.
"A todos los que teníamos ajustado nos subieron, dicen que fue el problema energético, el ahorro y la crisis mundial", explicó a Martí Noticias Bárbara Surbano Hernández, quien reside en el Reparto Virginia de la ciudad de Santa Clara.
Según ha indicado el economista Carmelo Mesa Lago, profesor Emérito de Economía de la Universidad de Pittsburg, los dos aumentos a las pensiones que el gobierno ha decretado en los últimos cinco años están muy por debajo del incremento del costo de la vida en ese mismo período.
Bárbara y su esposo pagan $13.95 pesos mensuales de alquiler por la casa que habitan hace 20 años. No pagan teléfono porque no tienen, ni agua porque se abastecen de un pozo en el patio.
"Gasto unos 40 pesos en medicinas; pastillas para la hipertensión, para el problema del hígado, y el Amicoded que lo compro si me arrecia el dolor por el cáncer", afirma.
Los productos alimenticios de la canasta básica que se venden por la libreta de racionamiento cuestan 40 pesos, pero el matrimonio asegura que no le alcanzan más allá de diez días. Por eso tienen que contar los pesos y acudir al mercado negro para llegar a fin de mes.
"Una libra de frijoles cuesta 15 pesos y un pescado que me comí anoche me costó 40 pesos", asegura Bárbara. "Cada vez que ellos (el gobierno) se acuerdan de que existimos nos venden por la cuota diez litros de leche al mes a $0.25 centavos cada uno y una libra y media de carne de res cada 45 días a $1.05 la libra. Eso es lo que nos dan para los cancerosos", explica Bárbara.
Ahora Bárbara como decenas de miles de cubanos tendrán que enfrentar una realidad peor.
La libreta de abastecimientos, que raciona los alimentos básicos se creó en 1963, cuando comenzó a escasear la comida en Cuba, como consecuencia de las radicales transformaciones socio-económicas de la revolución y las sanciones económicas estadounidenses.
Cuba se convirtió así en el primer país del desaparecido bloque comunista que a diferencia de los países europeos que sufieron la guerra, ponía en práctica una libreta de racionamiento.
La libreta es un símbolo del igualitarismo. Pero ahora, los nuevos lineamientos de la política económica y social, que serán aprobados en el próximo Congreso del Partido Comunista de Cuba, describen el asunto de manera distinta: "El socialismo es igualdad de derechos e igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, no igualitarismo".
Queda claro que en el nuevo modelo que se proyecta no todos son iguales.
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