viernes, 12 de noviembre de 2010
TRANSICION NEOLIBERAL EN CUBA
Por Manuel Aguirre Lavarrere (Mackandal)
Guanajay, Provincia Habana, 13 de noviembre de 2010, (PD) El mandato del régimen cubano basado en la llamada “actualización del modelo económico” responde únicamente a los intereses del grupo de poder para seguir enquistados en el lomo de la patria.
Despido de trabajadores, reducción de plantillas laborales y bajos salarios, que nunca han sido decorosos y quedan muy por debajo de cubrir la canasta básica en los hogares cubanos, son los pasos inmediatos y desesperados que el régimen de La Habana aplica al pueblo con la anuencia de un sindicato boca abajo y desmoralizado en espíritu de leyes y principios de dignidad laboral, que falta el respeto a sus afiliados con esta componenda bochornosa y abusiva.
Estas medidas son la ventana al mundo para analizar el nivel de degradación a la que ha llegado el modelo que ahora se pretende reactivar como un software de computación.
Las crisis, vengan de donde vengan y créelas quien las cree, recaen siempre sobre los pueblos, es decir, sobre los no culpables del despilfarro de sus gobernantes.
En Cuba, las crisis son reiteradas desde hace cinco décadas. Baste recordar la de los apagones, no resuelta totalmente hasta el momento. Con los aires que soplan, hay peligro de derrumbe. La alimentación y la falta de transparencia parlamentaria para con el pueblo son algunas de las que más inquietan y sobresaltan la mente del ciudadano. Pero ninguna de estas crisis ha afectado a la nomenclatura. No hubo ni hay un solo dirigente en Cuba que se vea afectado por la falta de agua o por cualquiera de las otras carencias. El pueblo es quien las padece y las soporta bajo amenazas y mentiras.
La población cubana, tan maltratada en sus derechos, y el mundo, comprenderán que una actualización sincera y progresiva debiera comenzar por lo que daña “el modelo”. Por eso es imprescindible la renovación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, del Buró Político, de la membrecía inmune del Parlamento cubano y de los topos enquistados como la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), y otras que sobresalen por su ineficiencia y desmoralización.
Es hora de los que han desgobernado por cinco décadas a la nación cubana, que han tergiversado el ideario martiano y su máximo anhelo de una patria con todos y para el bien de todos, y conducido al pueblo a la pérdida de sus valores fundamentales y al debilitamiento de los derechos que distinguen a una sociedad moderna, tomen plena conciencia de que han fracasado, y permitan, por el bien de todos, una verdadera actualización pacífica, sin revancha ni rencor embalsamado, hacia una sociedad plural, como el componente racial que la conforma, para entre todos, dar esa satisfacción a los próceres que dejaron su vida en el empeño de verla libre y soberana.
makandalmm@yahoo.com
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