La compañía propietaria de la provocadora valla publicitaria pagada por la mal llamada Alianza Martiana, ha decidido quitarla por respeto al dolor de los cubanos exiliados que han hecho de Miami su hogar, cuyos familiares han sido asesinados por el castrismo, y en especial, a los familiares de los 5 pilotos de Hermanos al Rescate, asesinados por la tiranía castrista. Nuestra felicitación a todos los activistas que rápidamente se movilizaron y contactaron a la compañía propietaria. Una vez más, el ejemplo demuestra que si militamos y nos unimos hay que respetarnos.
LA INFAME VALLA DE LOS ESPÍAS CONVICTOS
UNA BOFETADA AL EXILIO MILITANTE
(1-13-11)
Hemos venido alertando a través de Nuevo Acción de las cada vez más audaces y atrevidas acciones de los quintacolumnistas que van probando las aguas y cada vez se atreven más, y de que al paso que vamos pronto en Miami y sus alrededores será más peligroso e impopular ser anticastrista que en Cuba.
Otros periodistas "moderados" han estimado que somos alarmistas y que esto no es más que una exageración, pero las pruebas de lo que denunciamos saltan a la vista de todos, y cada vez son más visibles. Ahí tienen la valla publicitaria pagada por la quintacolumna agrupada en la Alianza Martiana de Max Lesnick, quien viaja dos veces al mes a La Habana a recibir instrucciones y que no sólo no se le exige que se inscriba como agente de un gobierno extranjero, sino que ni siquiera se le molesta interrogándole acerca de sus viajes y sus actividades en pro de un gobierno extranjero que está en la lista de los que amparan el terrorismo y de todas las campañas impulsadas por ese gobierno. En cambio, a los patriotas cubanos que mantienen alguna actividad opositora desde el exterior, se les vigila estrechamente y reciben esporádicamente la visita de Agentes Federales, que los interrogan acerca de sus actividades.
Nosotros nos preguntamos y les trasladamos la pregunta a nuestros lectores: No solo en Miami Beach, sino ¿En qué Ciudad de los Estados Unidos se permitiría que un grupo de simpatizantes pro nazis pusieran una valla, reclamando la libertad de algún miembro del Partido Nazi Americano o del llamado "White Power" (Poder Blanco), condenado por una Corte norteamericana por un crimen contra algún integrante de la Comunidad Judía? Seguramente un grupo de Comandos Macabeos destruirían la valla en una noche oscura, y nadie los acusaría de energúmenos, ni de antidemocráticos, sino más bien los considerarían unos héroes que defienden la democracia. Y las Autoridades de la Ciudad, tendrían que buscar una vieja ordenanza casi olvidada que prohibiera una valla de esa naturaleza o de lo contrario reunirse de inmediato y aprobar una, so pena de no volver a ser electos, pues el lobby judío, sin complejos, ni contemplaciones, los declararía enemigos.
Entonces, ¿Por qué los cubanos somos tan timoratos y queremos quedar bien con Dios y con el diablo y encima de eso aspiramos a que se nos respete?
Ya va siendo hora de que los líderes comunitarios que representan nuestros intereses salten a la palestra (como lo hacen los los líderes negros) y exijan a las autoridades, respeto para el dolor de un pueblo que ha escogido a esta área como su refugio y su hogar. ¿ A que carajo, están esperando? ¿A que les comiencen a dar patadas por el trasero en las calles de esta Ciudad?
A los comerciantes y al público en general, les corresponde también hacer su parte, pues esta es una batalla de todos. Que se miren en el espejo de los primeros años de la revolución en Cuba, en que los que no se metían en nada, pensaban ingenuamente en que a ellos los iban a respetar, y todos, absolutamente todos fueron víctimas. Que la Camacol, averigüe que compañía es la propietaria de esa valla y comience de inmediato un boicot contra dicha compañía y que ningún comerciante cubano o amigo de los cubanos anticastristas con vergüenza les dén un solo anuncio a esa compañía, y que les rescindan los contratos existentes. Esa es un arma legal y democrática, que nadie puede objetar. Que sepan los mercaderes, que hacer negocios con los amigos de la tiranía, tiene un precio muy alto en esta comunidad.
La ofensiva valla está situada en los terrenos del Casino City Magic, en la 7 y 37 del N.W., pues bien, ese Casino vive mayormente de su clientela cubana. Lo que hay que hacer es boicotear al casino hasta que no haga que retiren la valla. Eso es legal y no viola ley alguna.
Y a los "bravos combatientes de la Calle Ocho" que rompen discos y queman libros enfrente de las cámaras, les preguntamos: ¿Son ustedes capaces de reivindicarse haciendo algo efectivo sin que les redunde en publicidad para su grupo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario