domingo, 17 de abril de 2011
El gran desfile
Escrito por José Antonio Fornaris
Managua, La Habana,
17 de abril de 2011
(PD) Dentro de unas horas, el próximo día 16 de abril se realizará en la Plaza de la Revolución (Cívica), un desfile militar y civil -todo muy gubernamental- como preludio al VI Congreso del Partido Comunista.
Habrá, según ha sido posible conocer, una orquesta con cientos de músicos, y participarán desde viejos doctores en ciencias y artes hasta niños de escuelas primarias. Se mostrarán desde simples soldados hasta una muestra de las últimas armas adquiridas por el Estado cubano. Nada se ha dicho sobre la presencia de gladiadores, así que cualquier asociación con el circo romano es una simple coincidencia.
Los Castro desean que este sea el mayor desfile en los más de 52 años de la revolución, es decir, desde su llegada al poder en enero de 1959.
Es posible que eso se logre, en definitiva el Estado continúa ejerciendo su papel de amo absoluto. De todas formas, si el plan no se cumple, los medios dirán lo que se les ordene.
Al parecer, ese tipo de demostración de “apoyo ciudadano” es más necesaria que nunca al efecto de volver a enviar el mensaje de que se mantienen en el poder por cumplimento expreso del mandato del pueblo.
El desgaste y el fracaso del régimen son tan notorios, que hay que estar completamente ciego para no verlo, y los sucesos internacionales demuestran que estos tiempos no son del todo buenos para dictadores o tiranos.
Los desfiles y las grandes concentraciones públicas, fueron, también, tarjetas de presentación de todos los regímenes comunistas en el continente europeo, y después pudo ser comprobado con creces que todo aquello era simple escenografía, porque los pueblos de esos países no deseaban subsistir bajo la égida del Partido Comunista.
¿Cuánto costará ese gran desfile al pueblo de Cuba? Eso es secreto de Estado, pero a juzgar solo por los reclutas del Servicio Militar Obligatorio que llevan meses “aterrillados”, como comentan algunos de ellos, en constantes ensayos de su participación en el evento, se puede afirmar que serán varios millones de pesos.
Y mientras tanto el déficit habitacional aumenta, el transporte público se mantiene en crisis, los alimentos escasean, aumenta el número de los ancianos y otros individuos que deambulan por las ciudades y piden limosnas, el éxodo por cuestiones políticas y económicas fluye incesante, y en términos generales, el nivel de vida de la población continúa decayendo.
La mejor forma de demostrar que un gobierno cuenta con el respaldo de los ciudadanos es a través de las urnas, pero para un régimen como el de La Habana, eso sería la muerte, porque la gente, entre la libertad y la esclavitud, siempre escoge la libertad.
Y llegado ese momento, todos sabemos que no existe nada que pueda impedirlo por siempre, tendremos un presidente de todo el pueblo, de todos los cubanos.
Y lógico, no habrá desfile militar para amedrentar a la población y desviar la atención de tantas calamidades internas, pero sí tendremos, lo dice hasta la más simple razón, campanas al vuelo y sonrisas de esperanzas de todos los que en la isla aman la vida y la paz. Quienes, no hacen falta estadísticas para saberlo, son muchos más que los seguidores de la doctrina extranjera impuesta desde el poder, los que no sobrepasan el 5 o el 6% del total de la población del país. Y a partir de ahí en Cuba no existirán, lo asegura todo el sufrimiento que hemos padecido, nunca más esclavistas políticos.
fornarisjo@yahoo.com
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