domingo, 17 de abril de 2011
La Variante del Discípulo
Escrito por Rogelio Fabio Hurtado
Marianao, La Habana
17 de abril de 2011
(PD) Si Ud. acude a la necrópolis de Colón un 16 de agosto, verá en el panteón de la familia Chibás algunas ofrendas florales. Una entre ellas corresponderá sin falta al Dr. Fidel Castro Ruz.
Acaba de publicarse en La Habana un grueso volumen consagrado a la memoria del singular líder político: “Eduardo Chibás: Imaginarios”, compilado por la Dra. Ana Cairo Ballester. El libro “es un acercamiento múltiple a su vida y a su praxis revolucionaria”, tal como afirma su nota de contraportada.
Aunque en los últimos años han salido de las imprentas habaneras otros textos referidos al Adalid ortodoxo, ninguno puede compararse a este, por la variedad y la riqueza del testimonio recogido. Felizmente, esta vez el criterio editorial ha sido amplio y generoso, así que no se omiten los criterios de personas adversarias de Chibás, como el entonces presidente Carlos Prío ni su polémico ministro Aureliano Sánchez Arango. Tampoco se somete a censura a su biógrafo Luís Conte Agüero ni se oculta la amistad política que unió a este con él entonces aspirante a Representante a la Cámara por el Partido del Pueblo Cubano Ortodoxo Dr. Fidel Castro, de quien pueden consultarse aquí algunos artículos y breves discursos de entonces.
Contrasta la actual difusión con el silencio que durante casi 30 años sepultó a esta personalidad, quien constituye, junto a Mella y a Tony Guiteras, el trío más sobresaliente de la etapa republicana, enlazados por las violentas muertes que frustraron sus vidas. Sin embargo, Chibás hasta ahora no había recibido toda la divulgación merecida. La razón es muy sencilla: Chibás fue nacionalista y antiimperialista, jamás comunista. La Dra. Cairo lo reconoce así al reproducir el artículo escrito por Chibás en 1936, a propósito de la toma de posesión del Presidente Franklin D.Roosevelt, cuyo último párrafo reproduzco:
“En estos tiempos de reacciones, fascismos y dictaduras, ellas llevan un soplo de aliento a todos los corazones libres del mundo, haciendo que se levanten animosos en defensa de la democracia y la libertad. Ni Roma ni Moscú: Libertad y Democracia.
Salta a la vista que semejante credo no podía diseminarse en los tiempos, afortunadamente pasados, en los que hasta la Constitución parecía insuficiente para proclamar la alianza criolla con la gran Unión Soviética.
Fue justamente esa la variante aplicada por el Discípulo, una vez que se vio con todo el Poder en sus manos: deshacerse del M-26-7 Ortodoxo y pactar con el PSP para que este le facilitase la protección de la URSS, como gran potencia a la que él creyó capaz de ocupar el vasto espacio del que iba a expulsar rápidamente a los imperialistas yanquis. Así fue que los cuadros del PSP resultaron fundadores del G-2, cuyas víctimas por excelencia fueron los activistas que habían luchado contra el Batistato en nombre de “la Revolución cubana como las palmas y para nada comunista”.
No podía imaginar Eddy Chibás a quienes beneficiaba y perjudicaba aquella noche del 5 de agosto de 1951, cuando apretó el gatillo de su revólver contra su bajo vientre. No pasó ni un año y el General Batista entró por la Posta 6 para reapoderarse del Poder y destrozar la Constitución del 40. La nueva dictadura abonó el campo para que el Discípulo forjase su praxis revolucionaria, a la que bautizó y abanderó con denominación (Movimiento) y colorido (rojinegro) muy afines al Fascismo, para alzarse y entrar absolutamente victorioso en 1959.
Ahora, al leer el vasto volumen que nos ha entregado la Cairo, se siente admiración y nostalgia de aquel entonces, cuando había políticos corruptos y políticos honrados: donde los periodistas no le debían sumisiones a los funcionarios, donde, sobre todo, quedaba siempre la esperanza de un futuro gobierno más decente y capaz de hacer progresar al país.
rhur46@yahoo.com
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