Las mismas angustias

Escrito por Amarilis C. Rey

Managua, La Habana

18 de abril de 2011

(PD) De una reunión de rendición de cuentas del Poder Popular efectuada la pasada semana en el poblado de Las Guásimas, en Arroyo Naranjo, los electores se fueron con una idea muy clara: el panorama pinta feo y no hay muchas vías para resolverlo.

De acuerdo con la versión de algunos de los asistentes, entre los temas tratados por los representantes del gobierno municipal en este encuentro, estuvo la probable restricción en la zona del servicio de agua.

“Los pozos están secos, debido a la falta de lluvia. El agua tendremos que traerla de otras provincias en carros pipas que tampoco tenemos”, advirtieron.

Según lo conocido, este fue el cuño oficial a un rumor que desde hace cerca de un mes se escucha entre la población: “El agua la van a poner cada cuatro días.”

Las Guásimas se encuentra a unos veinte kilómetros del centro de la capital. La gran mayoría de su población vive en edificios de apartamentos de cuatro o cinco plantas construidos, en la mayoría de los casos, por los propios habitantes que estuvieron incorporados a las llamadas microbrigadas, quienes después de años incorporados a esas labores, obtuvieron el derecho a poder rentar esos inmuebles.

La reacción ante esta nueva dificultad, comentó una de las participantes en la reunión, que dijo no desear que su nombre fuera publicado, fue el silencio. “La gente se quedó muda, nadie dijo nada. Y yo me pregunto: ¿Cómo van a darle agua con pipas a todos esos edificios?”

Personas que viven en localidades cercanas, como Managua y el reparto Frank País, aseguran que el agua es lo único bueno que tienen estos lugares. Aunque con un servicio racionado, la pueden disfrutar todos los días. Ahora temen que la nueva restricción les llegue también a ellos.

“Yo nací en este pueblo, y aquí aunque hemos tenido muchas épocas de sequía, nunca hemos sido afectados en ese sentido. Ahora se escucha decir que no hay agua y que la van a poner cada tres o cuatro días Y lo peor es que no se puede protestar, porque como te señales, entonces empiezan a averiguar de tu vida”, dijo Caridad, de 60 años, residente de Managua.

“Olvídate, que si ya está el comentario es porque lo van a hacer. Aquí tú no esperes mejoría ninguna. Son las mismas angustias y más. Prefieren que el agua se bote en los salideros antes que dársela a la gente. Y si pudieran racionar el aire también lo racionaban. Y lo peor es que cuando te quitan algo más nunca lo reponen”, comentó un taxista que vive en la zona.
El comentario anterior se refiere a varios salideros que existen desde hace más de un año en la calle San Rafael, en Managua, donde se desperdicia gran cantidad del preciado líquido.

Quizás la llegada de la lluvia, que ya comenzó, detenga la mano que debe cerrar el grifo. Ojala que la medida encontrada por las autoridades para solucionar el problema quede en un pronóstico y que no empeore, al menos en la referida zona o “Consejo Popular”, la calamitosa situación que se padece a nivel de todo el país en asuntos de primer orden para poder tener un nivel de vida con un mínimo de calidad.

amarilisrey@yahoo.com