Las autoridades cubanas dicen que el opositor Juan Wilfredo Soto García falleció de una pancreatitis, pero el religioso lo refuta.
martinoticias.com 10 de mayo de 2011
Un pastor bautista que conocía al disidente Juan Wilfredo Soto García, quien murió el domingo pasado, señaló que el opositor era un hombre enfermo, pero dijo estar “convencido de que lo que promovió su muerte fue sencillamente la paliza que le dieron”.
En una entrevista concedida a Radio Nederland, Mario Félix Lleonart, pastor bautista de Taguayabón, en Villa Clara, aseguró haber hablado con Soto tres días antes de que muriera cuando se trasladaba a un hospital, tras haber sufrido una golpiza policial en el Parque Vidal en la ciudad de Santa Clara.
De acuerdo con el pastor, Soto le comentó entonces lo que había sucedido y le dijo “me han matado”, por lo que no tiene duda de que la golpiza “fue la que lo llevó a la muerte”.
El pastor afirmó que “quien viera a Juan Wilfredo no podía pensar que estaba tan quebrantado de su salud, porque era un hombre corpulento, grande, aparentemente fuerte”, y tal vez los policías pensaron que podía soportar perfectamente una golpiza a la que ya están acostumbrados”.
Según Lleonart, lo excepcional del caso es que el disidente murió, “pero esas golpizas no son excepcionales, ellos (los policías) están acostumbrados a dar a muchas personas”, dijo.
El pastor reveló a Radio Nederland que estaba muy al tanto de los problemas de salud de Juan Wilfredo Soto porque además de ser su amigo y líder espiritual estaba muy preocupado por sus problemas de salud e incluso poseía un resumen de la historia clínica del fallecido.
La versión oficial de las autoridades cubanas es que el disidente murió como consecuencia de una pancreatitis.
Pero según el pastor, él estaba ayudando a Soto a tratar de conseguir algunos medicamentes para sus fuertes padecimientos, de hipertensión, problemas del corazón, gota y de diabetes tipo 2, “pero hasta el momento nunca se había dado nada del páncreas”, dijo.
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