domingo, 1 de mayo de 2011
Tolerancias
Escrito por Juan Gonzalez Febles
Lawton, La Habana, 1 de mayo de 2011
(PD) El periodista independiente y además, bloguero, Miguel Iturria Savón, fue asaltado y secuestrado en plena vía pública por efectivos de la policía de Seguridad del Estado. Luego de decirle: “¡Vamos Iturria que te tocó!”, lo golpearon reglamentariamente (sin saña, nada personal) y lo introdujeron en un auto marca Lada que lo condujo velozmente a una estación de policía en el municipio La Lisa.
Allí fue interrogado por más de cuatro horas por el mayor Octavio y el capitán Tamayo, que le advirtieron que había pasado el límite de la tolerancia concedida a periodista independientes y blogueros frescos y juveniles. Refiere Iturria que le hablaron sobre las expectativas que ellos (los segurosos) tienen sobre el último congreso del partido único y también, sobre las últimas agresiones del “imperialismo yanqui”.
Sobre su violento proceder, los segurosos afirmaron que fue un castigo porque Iturria se negó a comparecer a un citatorio para una entrevista con el mayor Octavio. El citatorio, le fue entregado en una forma que violaba lo establecido por la ley. Según los segurosos, cuando los asuntos son con ellos, la ley nada tiene que hacer. Esto está bien de acuerdo a la lógica de los segurosos. A fin de cuentas ellos están autorizados por “esto” y por “esta gente” para comportarse así en la vía pública.
Pero imaginen, como no se identificaron, si nuestro colega Iturria hubiera amanecido con uno de esos días en que a uno le da lo mismo un escándalo que un homenaje y le da por pensar que no son autoridades y se trata de gamberros y resiste a los “atracadores”. Entonces, ¿qué? Pienso que estas cosas son posibles en El Vedado, Miramar, Nuevo Vedado o cualquier otra zona congelada. En Centro Habana, La Lisa, Marianao o Arroyo, quizás los observadores pasivos dejen de serlo y entonces, como los vecinos “no sabían” y ellos no se identifican, sólo imaginen esa gran oportunidad de darle una tranca a “esta gente”, muy justificada porque, “como no se identificaron…”
Últimamente, la policía de Seguridad del Estado ha optado por la variante de los arrestos y detenciones arbitrarias en la vía pública. Estas que son regularmente de corta duración se dan en medio de diálogos tensos aunque respetuosos, en que los comunicadores son informados de lo compasiva que es la policía de Seguridad del Estado. Si como en el caso de Iturria, deciden dar un gaznatón, no caben dudas de que Iturria se lo buscó por recurrir a una ley, improcedente, siempre que se trate de tan considerados y comprensivos represores.
Los segurosos, que andan tan desarmados como sus víctimas, pueden hacer lo que se les antoje con los “enemigos del proceso” y no lo hacen. Llegan en su infinita bondad a tolerar que se escriba y se hable en contra del gobierno y bueno, que todo tiene un límite.
Como las calles son de los revolucionarios, como afirmó el general presidente y los segurosos son tan revolucionarios como el presidente o al menos por el momento dicen serlo, estamos arreglados. Pero por aquello de la reciprocidad y para que haya un equilibrio, pienso que nobleza obliga y este es el momento para ello.
¿Valdrá la pena constituirse en cancerberos para que sus compatriotas no puedan viajar libremente, mudarse a donde deseen, escribir sin permisos, invertir y poseer negocios o soñar una vida mejor en una Cuba para todos los cubanos y no sólo para revolucionarios?
Oficiales altamente profesionales de la antigua Stasi alemana, sirven a Alemania en esa democrática nación europea. Se trata de oficiales que no se vieron maculados por abusos contra sus compatriotas durante la noche oscura comunista. En la fraterna República Checa, segurosos que se las arreglaron para no violar los derechos de sus conciudadanos y que no abusaron de estos, sirven a la democracia en los órganos de Inteligencia y contrainteligencia del hermano país.
El cambio democrático en la culta Europa, proporcionó espacio para todos. Los antiguos capitanes, tenientes y mayores, hoy son respetados detectives, inspectores y comisarios. ¿Se trata de que por acá seamos peores? ¿Por qué no podríamos hacer algo parecido? Ciertamente pienso que no todos los segurosos tienen en sus conciencias mujeres golpeadas o un Zapata asesinado. Quienes lo tengan, responderán, los que no, sería bueno que mediten.
Estoy seguro que del lado de acá, habrá tolerancia, de hecho, ya la hay. Y entonces, ¿se atreven?
juanchogonzal@gmail.com
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